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Turquía o no Turquía, esa es la cuestión

Gabriel González13 de diciembre de 2004

Tres simples preguntas dominan actualmente la ardua discusión sobre la posible adhesión de Turquía a la Unión Europea. Sin embargo, el coro europeo desafina y las respuestas son múltiples.

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Europa teme esta bandera.Imagen: AP

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se encuentran en Bruselas para preparar la cumbre de los mandatarios de la UE del próximo jueves que debe decidir si Europa abre las negociaciones de adhesión con Turquía, cuándo y con qué objetivos.

Encontrar respuestas a estas simples preguntas no parece ser algo demasiado complicado, considerando sobre todo el largo tiempo que tuvo Europa para reflexionar sobre un tema del cual todos sabían que algún día tendría que encontrar una respuesta.

La admisión a la Unión Europea es un sueno y un objetivo de Turquía desde 1963, cuando firmó un acuerdo de asociación con la entonces Comunidad Económica Europea (CEE). Asimismo, desde 1952, Turquía es miembro de la OTAN y cumple con el acuerdo tácito de que un miembro de la Unión Europea debería estar dispuesto a defender los valores occidentales y por lo tanto incorporarse a la OTAN.

Temores y prejuicios

41 años deberían ser más que suficientes para formarse una opinión, pero lamentablemente no para la UE. La situación es bastante embarazosa. No sólo porque Europa se tomó demasiado tiempo para plantearse seriamente la pregunta de si se puede imaginar a Turquía como socio en la UE o no. El momento parece muy inoportuno. Los ciudadanos europeos sienten actualmente un miedo difuso ante el Islam. Alimentado por el hecho que Turquía es un país con 71,3 millones de habitantes, el 98 por ciento de ellos musulmanes.

Según una reciente encuesta del instituto francés Ifop, una mayoría de los franceses y de los alemanes se oponen a la adhesión de Turquía. España es el único país en el que se encuentra una amplia mayoría a favor. No sorprende pues, que aumenten las voces críticas entre políticos europeos, lamentablemente algunas de ellas con toques populistas.

Acusaciones mutuas

La jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana, Angela Merkel, anunció que si su partido gana las elecciones de 2006 hará todo lo que esté en sus manos para impedir la plena adhesión de Turquía a la UE. Merkel confirmó además que su partido hará campaña electoral con este tema, aunque prometió que lo hará de forma responsable. “No se trata de hacer campaña contra alguien pero es un tema que hay que abordar”, añadió

A lo largo del último fin de semana se habían multiplicado los ataques mutuos entre el Gobierno de Ankara y los conservadores alemanes, a quienes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó de hacer “política interior” con el tema de Turquía.

Los temores de Erdogan son fundados. La amenaza del portavoz de exteriores de la CDU, Peter Hintze, de hacer una campaña de recogida de firmas contra el ingreso de Turquía demuestra la tentación de algunos políticos no sólo en Alemania de sacar provecho para la política interior de una cuestión demasiada importante para la política exterior de la Unión Europea.