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Procesos paralelos

Heinz Dylong3 de octubre de 2003

A 13 años de la unificación de Alemania, los ciudadanos del este y el oeste han tenido tiempo para conocerse. A pesar de que crece el sentimiento de unidad, sigue imperando el distanciamiento.

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El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente alemán, Johannes Rau, festejan el Día de la Unidad Alemana.Imagen: AP

Si se entiende el concepto de nación como un sinónimo de suerte común solidaria, entonces Alemania ha demostrado ser una nación, por ejemplo, durante las inundaciones del 2002. La gran solidaridad mostrada hacia los damnificados del desbordamiento del río Elba, hizo borrarse la frontera mental entre los ciudadanos alemanes. Sin embargo al mismo tiempo se registra poco interés por parte de los alemanes del este de conocer la vida de sus conciudadanos durante la época de la República Democrática Alemana(RDA). Este interés, esta curiosidad por el pasado no deja de ser importante.

Una nueva generación de alemanes

La historia y el proceso de socialización totalmente distintas tienen consecuencias que van mucho más allá del 3 de octubre de 1990. Los destinos de cada persona no se pueden reducir a un simple cliché. La comprensión mutua demanda mucho más esfuerzo.

Aún cuando existe un auge de viejas emisiones de la RDA en la televisión alemana, lo que demuestra la necesidad de confrontarse con el tema, desgraciadamente es una necesidad que no tienen todos los alemanes, por lo menos no los occidentales. Es posible que las fronteras mentales que aún persisten, desaparecerán cuando haya crecido la primera generación de niños y jóvenes que nacieron en una Alemania unificada.

Esta nueva generación crece en una Alemania que se esfuerza por ocupar un nuevo papel en la política internacional. Mientras que la Alemania dividida contaba con una soberanía limitada en el parqué político internacional y siempre mantuvo reserva; la Alemania unificada responde a una serie de demandas internacionales como por ejemplo el apoyo militar.

Desarrollo equilibrado

A la vez que crece su participación en el ámbito internacional, crece también su confianza, lo que se demostró con el rechazó del Gobierno alemán a la guerra en contra de Irak. La oposición evidente contra la política del Gobierno estadounidense demuestra una postura que jamás habría sido tan abierta en el pasado. También esto es un resultado de la unificación alemana.

Puesto que han crecido las demandas, tiene que crecer también la seguridad y la continuidad en los esfuerzos de Berlín en la Unión Europea o la amistad franco-germana. Estas tareas no han disminuido y son igual de importantes que la unificación interna alemana. Se trata en ambos casos de tareas duraderas.