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En la Deutsche Telekom, nada es color de rosa

Enrique López Magallón13 de noviembre de 2006

Fallas estructurales, adversas condiciones de mercado, y más de un millón de clientes perdidos en lo que va del año, repercutieron este lunes al nivel más alto dentro del antiguo monopolio de la telefonía alemana.

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El logotipo del consorcio, y una bandera que parece ondear a media asta.Imagen: AP

El nuevo jefe de la Telekom, René Obermann, fue claro y preciso al hablar sobre la situación del consorcio telefónico alemán: "Nos enfrentamos a una dura competencia. Los costos generan una presión inmensa, la revolución tecnológica avanza a paso rampante, y los procesos de regulación nos obligan a dejar nichos de mercado en beneficio de nuestros competidores".

Dimisión anunciada

Las palabras venían medidas con calibración milimétrica. Desde el viernes pasado corrían fuertes rumores sobre la dimisión de Kai-Uwe Ricke al frente de la empresa, y si tal renuncia no se dio ese mismo día, fue acaso para evitar cualquier posibilidad de un cambio brusco y negativo en las acciones de la Telekom en el mercado accionario.

Pressekonferenz Telekom René Obermann
Rene Obermann pretende impulsar el servicio al cliente, y adecuar la Telekom a los retos del mercado actual.Imagen: AP

La designación del nuevo jefe, y el mensaje que éste daría, fueron seguidos con atención ininterrumpida por la opinión pública, los analistas financieros, los mercados internacionales, y hasta la clase política de Alemania.

Un elefante rosa

No es para menos. La Deutsche Telekom formaba parte del Deutsche Bundespost, enorme monopolio que controlaba el correo, las telecomunicaciones, y el Banco Postal. En 1989 fue lanzado un proceso de reformas para garantizar que las diferentes ramas -la telefónica, la postal y la bancaria- mantuvieran un nivel adecuado de competencia.

En lo que concierne a la Telekom, mucho es lo que ha cambiado. En 1995, el consorcio comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores, teniendo al gobierno federal alemán como su accionista principal con cerca de 30% de participación. El primer presidente del Consejo de Administración fue Ron Sommer, quien se comprometió a convertir al monopolio en un Global Player.

Telekom - Ricke tritt zurück
Kai-Uwe Ricke trajo números negros, pero dejó ir a un millón de clientes.Imagen: AP

Hoy la Telekom está representada en 50 países del mundo, donde es conocida por su tradicional emblema color rosa. Pero pese a todos los cambios, algunas esrtructuras originadas en su antigua condición monopólica permanecen casi intactas. Por ejemplo, la empresa da empleo a cerca de 160,000 personas. De éstas, 40,000 mantienen categoría de servidores públicos de confianza, con el ulterior gasto financiero en materia de nómina.

El peso de la competencia

Al mismo tiempo, como lo dijo Obermann, han caído muchos muros en el ámbito del mercado telefónico internacional. Lejos quedaron los tiempos en que la Telekom determinaba, sin oposición, el precio de sus servicios. Hoy, la ley de la oferta y la demanda la ha obligado a reducir sus tarifas hasta un 90 por ciento y, con ello, sus márgenes de ganancia.

Ron Sommer wird Chefberater für russische Telekom Sistema
Ron Sommer quiso convertir al consorcio en un "global player".Imagen: AP

Pero quizá la reacción fue tardía. Se calcula que la Telekom perdió entre un millón y un millón y medio de clientes de telefonía fija en Alemania, tan sólo en el presente año.

Éste fue, quizá, el foco de alerta que provocó la salida inmediata de Ricke. El antiguo director de la Telekom había logrado refinanciar buena parte de la deuda de la empresa, logrando que el precio de las acciones se recuperara. Pero no pudo con el entorno global, ni pareció entender el proceso de diversificación acelerada que vive el mercado internacional de la telefonía, con servicios como las tarjetas de prepago que abarataron drásticamente las llamadas de larga distancia internacional.

Por ello, la llegada de René Obermann constituyo otro mensaje claro para los mercados. El ejecutivo dirigía dentro de Telekom la rama de telefonía celular, y su nombramiento es interpretado como una señal del futuro curso que habrá de tomar la firma: por un lado, servicio al cliente; por otro, un cuidadoso manejo de las inversiones que haga el consorcio en el futuro.

Entusiasmo en los mercados

Este lunes, los mercados reaccionaron de inmediato tanto al perfil del nuevo directivo como a sus palabras. Apenas se dio a conocer la renuncia de Ricke, las acciones de la Telekom se dispararon casi un cuatro por ciento, nivel inusual en el índice de cotizaciones DAX. Las acciones de la Telekom terminaron el día con la mayor ganancia porcentual en Francfort: 2,82 por ciento.

Sin embargo, los expertos lanzan algunas advertencias; por ejemplo, que la sola remoción de Ricke no resuelve por sí misma los problemas fundamentales del consorcio. Señalan que éste aún no tiene la estructura de una empresa privada y que, por ello, se hará más difícil su sobrevivencia en un entorno marcado por la intensa competencia. Obermann tiene ante sí, pues, un reto complejo y delicado. Y si no emprende acciones efectivas, los accionistas lo harán seguir los pasos de su antecesor.