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¿Se preparan los halcones para atacar Irán?

Eva Usi19 de enero de 2005

Preocupa en Europa la escalada del conflicto entre Washington y Teherán por el programa nuclear iraní. Bush no descarta un ataque militar si Teherán no coopera. Rice enumera los países del 'nuevo eje del mal'.

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Condoleeza Rice compareció ante el Senado de Estados Unidos.Imagen: AP

La futura responsable de la política exterior estadounidense, Condoleezza Rice, dijo que Cuba, Corea del Norte, Birmania, Zimbabwe, Bielorrusia e Irán son los países que conforman la “avanzadilla de la tiranía en el mundo”. Durante su comparecencia ante la comisión de relaciones exteriores del senado estadounidense, Rice expuso las prioridades de la política exterior de Estados Unidos durante los próximos cuatro años. Entre sus objetivos destacó la lucha contra el terrorismo y la necesidad de extender la libertad y la democracia a todo el mundo. "Particularmente en el Medio Oriente, dijo, una región que, mientras siga bajo tiranía seguirá produciendo extremistas y movimientos que amenazan la seguridad de Estados Unidos y de nuestros aliados”.

Misiones secretas en diez países

La designada Secretaria de Estado contradijo las afirmaciones del renombrado periodista Seymour Hersch, uno de los que descubrió el escándalo de torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, quien en un artículo publicado por el semanario New Yorker reveló que Washington se prepara para una guerra contra Irán y que mantiene conversaciones secretas con algunos de sus aliados, entre ellos, Pakistán.

Condoleezza Rice desmintió las afirmaciones del periodista diciendo que “no hay conversaciones secretas con Pakistán sobre las supuestas actividades de Irán" . En el artículo en cuestión, Hersch reveló que los servicios secretos de Estados Unidos espían desde el verano pasado las instalaciones químicas y atómicas de Irán, lo que ya había sido rechazado por el Pentágono. Pero no fue desmentida la tesis central del periodista, que sostiene que el presidente Bush ordenó misiones secretas contra supuestos objetivos terroristas en diez países.

El presidente Bush no descartó un ataque militar contra Irán, si el país no coopera en el conflicto en torno a su programa nuclear. "Espero que lo podamos solucionar diplomáticamente, pero nunca descartaré ninguna opción", dijo Bush en una entrevista a la cadena NBC, con motivo del próximo juramento para un segundo mandato de cuatro años.

Inglaterra a favor de la negociación

Por su parte, el ministro del Exterior británico, Jack Straw, defendió la estrategia diplomática impulsada por Gran Bretaña, Francia y Alemania. En una entrevista publicada por el Financial Times, Straw dijo que frente a la línea dura de Washington, la postura europea es una mejor alternativa. Los tres países se esfuerzan por convencer a Irán de que renuncie al programa de desarrollo de tecnología nuclear que también puede ser empleado para la construcción de armas atómicas.

El tono de amenaza utilizado por Bush ha provocado que en Alemania suenen todas las alarmas. El ministro alemán del Exterior, Joschka Fischer, recordó ante periodistas que los europeos desde hace mucho trabajan para que Irán renuncie al uso militar de la energía atómica. "Para nosotros la diplomacia se encuentra en primer plano", dijo. La presidenta del partido de los Verdes, Claudia Roth exhortó al gobierno estadounidense a respaldar los esfuerzos diplomáticos europeos. El líder del grupo parlamentario cristianodemócrata, Wolfgang Schäuble, advirtió no intentar derrocar el régimen de los mulláhs con el uso de la fuerza.

Irán no se deja amedrentar

Horas después de las declaraciones de Bush, Irán advirtió que tiene la capacidad para hacer frente a cualquier ataque. Pese a que Washington ha logrado derrocar a dos gobiernos de países vecinos, Irak y Afganistán, el gobierno iraní no se mostró intimidado ante un eventual ataque.

La tecnología nuclear es motivo de orgullo nacional en Irán y es por eso que la cúpula de Teherán se empeña en desarrollarla. El gobierno iraní aceptó, en un acuerdo con la Unión Europea, suspender temporalmente su programa de enriquecimiento de uranio, pero Estados Unidos insiste en que debe abandonarlo definitivamente.