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El programa nuclear iraní

20 de junio de 2003

Irán es blanco de la crítica internacional por sus velados intentos por desarrollar un programa nuclear con el cual fabricar armamento. La Unión Europea se sumó a las críticas de Estados Unidos y la ONU.

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Toma satelital del reactor de Busher, en el pérsico, que funcionará a partir del 2004.Imagen: AP

"No queremos la bomba atómica, lo que queremos es generar energía eléctrica", ésta es la argumentación con la cual la cúpula iraní ha intentado acallar las críticas recientes respecto a sus velados intentos por fabricar la mortal bomba nuclear. Sin embargo pocos creen en la fiabilidad de dichas declaraciones. ¿Para que necesita Irán un programa nuclear tan costoso y complejo cuando cuenta con petróleo y gas en abundancia?

El país cuenta ya con cinco pequeños reactores de investigación, que fueron construídos durante la década de los 70, con tecnología estadounidense, alemana y francesa, cuando el shah Reza Pahlevi se encontraba en el poder y el país era considerado amigo de occidente. La revolución islámica puso fin al programa nuclear, por lo menos inicialmente. Los ayatolas lo consideraron "satánico", aunque cambiaron de opinión unos años después, al decidir que la energía nuclear podría ser útil para suministrar electricidad.

Tecnología alemana y rusa

Si bien hace treinta años el consorcio alemán Siemens inició los trabajos de construcción, el gobierno alemán prohibió toda cooperación con Irán tras la llegada de los Ayatolas. Ahora son los rusos quienes concluirán la mayor central nuclear que quedó destruída durante la guerra entre Irán e Irak. El reactor de agua ligera de Busher, de 1.100 Megawatios, estará listo para funcionar en el 2004.

Inicialmente Rusia debía suministrar el combustible nuclear para el reactor y llevarse los deshechos, sin embargo, el presidente iraní, Mohamed Jatamí, sorprendió a la comunidad internacional al anunciar a principios de año que Irán había comenzado a extraer uranio cerca de la ciudad de Yazd y estaba creando las instalaciones necesarias para desarrollar un ciclo de combustible de uranio completo.

Iran despierta sospechas

La explotación de la mina de Saghand, cerca de Yazd, es muy poco rentable, lo que despierta la sospecha de que la verdadera intención de Irán es extraer uranio para fabricar armas nucleares. Lo más preocupante es la existencia de instalaciones de enriquecimiento de uranio, ya que éstas pueden utilizarse para desarrollar un programa para la fabricación de la bomba nuclear.

Esto explica porque el Organismo Internacional para la Energía Atómica, OIEA, con sede en Viena, exige a Irán que coopere incondicionalmente y que demuestre que su programa nuclear persigue estrictamente fines civiles. Justo cuando Irán y Rusia empezaban a negociar la construcción de un segundo reactor en Busher, el presidente George W. Bush formuló su teoría del "eje del mal". Según Bush, Irán y Corea del Norte -igual que antes el Irak de Sadam Husein- desarrollan armas de destrucción masiva y promueven el terrorismo.

Rusia ha ignorado las críticas estadounidenses, el presidente Vladimir Putin afirmó que su homólogo iraní, Mohamed Jatamí, le aseguró que Irán no tiene planes para desarrollar armas nucleares. Bush exhortó a la comunidad internacional a presionar a Irán para que detenga su programa nuclear.

Protestas y detenciones en Europa

En varias ciudades europeas se ha producido una ola de inmolaciones de opositores iraníes que se prenden fuego en protesta contra la detención de opositores en Francia y en Teherán. La policía francesa detuvo brevemente a 180 partidarios del grupo opositor iraní Mujahidines del Pueblo en París, para impedir más inmolaciones y prohibió nuevas protestas. Los manifestantes reaccionaron así a los arrestos efectuados unos días antes en la capital gala, entre ellos a su lideresa, Maryam Rajavi, jefa del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, brazo político de los Mujahidines del Pueblo. Los detenidos se encontraban en una lista de terroristas formulada por Estados Unidos y la Unión Europea.

Alemania, al igual que otros países de la UE, fortaleció sus medidas de seguridad en representaciones diplomáticas. En Hamburgo exiliados iraníes atacaron con piedras el consulado de Irán. También se ha fortalecido la presencia policial en los consulados de Gran Bretaña y Siria. Los Mujahidines del Pueblo es considerada una organización peligrosa que es observada por los servicios de inteligencia alemanes.

Violencia en Teherán

Alrededor de 300 personas fueron detenidas durante las manifestaciones de los últimos días en Teherán. Se trata de las protestas más violentas contra el régimen islámico chií, que gobierna el país desde 1979. Los manifestantes, sobre todo estudiantes, exigen reformas democráticas y critican al líder supremo iraní, Ali Jamenei, cabeza de la corriente conservadora del régimen.