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Un mensaje violento para Santos

12 de agosto de 2010

A 5 días de haber asumido el poder, el Gobierno colombiano enfrenta un fantasma que se creía desaparecido de las ciudades: el terrorismo. Las FARC son las primeras sindicadas de haber detonado un auto-bomba en Bogotá.

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Agentes de la unidad anti-explosivos en el lugar del atentado.Imagen: AP

“A los terroristas no les importa mucho el grado de destrucción provocado por sus acciones. Para ellos el terrorismo es un medio, una especie de señal que envían, a menudo, a toda una sociedad”, dice el sociológo alemán Peter Waldmann, en uno de sus tratados sobre terrorismo publicado por la Universidad de Augsburgo. Y justamente así se ha entendido el atentado con coche-bomba que causó, por lo menos, 36 heridos y destruyó varios edificios en la zona capitalina en donde se encuentra la sede de la cadena colombo-española Caracol, un edificio en donde también operan la agencia de noticias EFE, así como bancos colombianos y españoles.

¿El terrorismo como “estrategia de comunicación” dirigido contra un medio de comunicación? Hasta ahora no se ha confirmado que lo fuera, pero la reseña terrorista de grupos al margen de la Ley en Colombia lo hace pensar. Darío Arizmendi, el jefe del principal programa de noticias y análisis de Caracol Radio ya había tenido que salir del país en 2009 por amenazas de las FARC. En efecto, durante varios meses estuvo conduciendo las noticias en vivo desde Madrid. Arizmendi y su grupo de colegas de trabajo salieron ilesos tras el desplome del techo metálico del estudio en que transmitían.

Justo cuando en Colombia se estaba viviendo cierta euforia con la mera idea de un futuro en paz posible, una mezcla de 50 kilos de explosivos plásticos y químicos le puso fin al estado de “normalidad” al que se estaban acostumbrando los colombianos. ¿El regreso del terrorismo? - “No, no realmente, porque el terrorismo en las partes alejadas de las ciudades en Colombia no había desaparecido. Lo que sí hemos vuelto a ver este 12 de agosto de 2010 es que este tipo de actos terroristas sea cometido en las grandes ciudades”, dice a Deutsche Welle Hans Blumenthal, ex director de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, en Bogotá y actual director del Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Tecnológica de Bolívar, con sede en Cartagena.

Un atentado terrorista no es demostración de fortaleza

Kolumbien Bogota Caracol Radio Bombe
Los vidrios quedaron destrozados en el edificio de Radio Caracol y alrededores. No hubo muertos.Imagen: AP

Para Blumenthal, que conoce la realidad colombiana desde hace varios años, la “señal” de los terroristas no se dirigía exclusivamente hacia Caracol, un medio reconocido por su liberalidad. Según Blumenthal es muy probable que el atentado ya hubiera sido preparado con anterioridad con motivo del cambio de gobierno, pero no había podido ser ejecutado por las altas medidas de seguridad. “Si el acto terrorista, como casi siempre, viene de la guerrilla de las FARC, el mensaje es: existimos”, concluye Hans Blumenthal. Para el analista, las FARC quieren demostrar que no “aún no sido derrotadas” y poseen alguna fortaleza. Aunque lo que demuestre un atentado terrorista es, exactamente, lo contrario. “Las FARC pueden hacer daño dónde queramos y cuando queramos”, este es el claro mensaje de ese grupo al margen de la Ley, concluye el analista.

Algo similar hicieron las FARC durante la ceremonia de investidura de Álvaro Uribe en 2002. El 7 de agosto de 2002, el grupo guerrillero lanzó varios cohetes contra la Casa de Nariño, sede presidencial donde se llevaban a cabo los actos de posesión presidencial. Numerosos morteros impactaron la cornisa de la edificación y crearon pánico entre los asistentes. Otros morteros y rockets se desviaron y cayeron en un barrio marginal llamado "El Cartucho" (actual Parque Tercer Milenio) cerca a la Casa de Nariño, matando a 27 personas e hiriendo a 13.

FARC, lógica y contradicciones

Un mensaje contradictorio, a la vista de cualquier ciudadano. Un hecho terrorista con tal poder mortífero, no cuadra con el reciente video de Cano, el comandante de las FARC, que a través de mensaje emitido por un canal árabe invitó al nuevo Gobierno de Colombia a sentarse a conversar. Contradictorio sí, a primera vista, pero la “lógica” de lucha de las FARC no se debe entender como un conjunto de ideas y acciones racionales que cada vez las acerquen más a la toma del poder en Colombia. Según Blumenthal, la “oferta de diálogo” de las FARC es más táctica que intención, pues “el discurso de Cano es excesivamente anticuado, repetitivo y no realista”.

Una salida negociada al conflicto con las FARC y el ELN, aunque aparezca hoy como más propicia que nunca, tiene un inusitado “freno biográfico”, recuerda Hans Blumenthal.

La realidad de una paz negociada significaría para los jefes de las FARC algo similar a lo que le ha sucedido a los ex jefes paramilitares que se han acogido al plan Justicia y Paz, el programa nacional de sometimiento a la Justicia. “Este plan que incluye cárcel, aunque sean pocos años, confesión de los delitos y reparación de las víctimas no es nada atractivo para los jefes de las FARC que rodean los 60 años”. Según el analista, los comandantes de las guerrillas colombianas sobrepasaron el cénit de edad para salir de las FARC y poder rehacer sus vidas personales y profesionales. Viejos y sin ningún poder, “ellos no quieren salir de la selva con rumbo a un calabozo”, apunta.

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La policía investiga en el lugar del atentado. No hay certezas acerca de los autores.Imagen: AP

Nunca es tarde para hacer la paz

En efecto, a comienzos de los 90 una amnistía permitió la disolución del grupo guerrillero M-19, entre otros. Desde esa época varios ex miembros de esas organizaciones han hecho brillantes carreras políticas dentro de la institucionalidad.

“La victoria del Estado de derecho sobre el terrorismo debe darse con el debilitamiento militar de las FARC, a la par con masivas inversiones sociales y económicas en los territorios en donde los grupos violentos reclutan sus batallones”, apunta, por último, el analista alemán quien recomienda que la Unión Europea debiera intensificar el apoyo a las iniciativas de desarrollo en Colombia.

Unión Europea condena atentado terrorista

Por su parte, Fernando Cardeza, embajador de la Unión Europea, en Colombia, condenó en la capital colombiana y ante los medios internacionales el hecho como “un atentado a la democracia, pero también contra la prensa, que es una de las columnas del Estado de derecho.” A la pregunta de cómo puede un país enfrentar el terrorismo, Cardeza dijo que es “la unión de toda la sociedad la que aísla el terrorismo, con el funcionamiento vigoroso del Estado de derecho. Esta es la manera de aislar a los terroristas políticamente. Es muy importante el rechazo social del terrorismo y que una sociedad sepa reaccionar al unísono en contra.”

El mensaje del agente violento llegó. ¿Era esa la lectura esperada? No se sabe con certeza. Lo que sí no le va gustar al destinatario es la respuesta. Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, la dio en sus propias palabras durante una visita al estudio semi-destruido de transmisiones de Caracol: “Lo que este atentado nos recuerda es que Colombia no puede bajar la guardia en su seguridad democrática”.

Autor: José Ospina-Valencia

Editora: Emilia Rojas