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Servicios secretos en el ojo del huracán

EU16 de mayo de 2006

Publicarán un informe sobre prácticas ilícitas de los servicios secretos alemanes que espiaron durante años a varios periodistas. El gobierno alemán prohibió explícitamente estas prácticas.

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Logo de los servicios secretos alemanes, BND.Imagen: AP


El escándalo lo desató la publicación de un informe secreto de 170 páginas realizado por el ex presidente del Tribunal Supremo, Gerhard Schäfer. La investigación reveló que los agentes alemanes se apoyaron durante años en la información proporcionada por varios periodistas para enterarse de lo que sabían los medios sobre los servicios secretos. Dicho informe señala que los agentes de los servicios secretos (Bundesnachrichtendienst -BND), vigilaron a varios redactores de los semanarios Der Spiegel, Stern, Focus y otros medios alemanes.

El redactor de Fokus, Josef Hufelschulte, quien fue vigilado durante los años 80 y 90 por los servicios secretos, pidió al BND que le entregue el acta existente sobre su persona. Los servicios secretos eran el tema del periodista que fue bautizado con el sobrenombre de "Jerez". El periodista se reunía frecuentemente con el influyente Volker Foertsch, funcionario del BND, quien tenía interés en mantener buenas relaciones para enterarse sobre lo que los periodistas sabían.

Prácticas ilegales

Bajo petición del Parlamento alemán, Schäfer constató en sus investigaciones que los servicios secretos contrataron a varios periodistas para informar sobre sus colegas. La institución es acusada de realizar prácticas ilegales y de obstaculizar la libertad de prensa. El jurista citó en su informe los nombres de cinco periodistas que recibieron dinero del BND por su labor de espionaje. Entre ellos se encuentra un redactor del semanario Fokus, apodado Bosch, quien recibió en el transcurso de 16 años unos 600.000 marcos alemanes. Bosch espió durante años a Jerez, colega en la misma revista.

Aunque la prensa alemana ya había denunciado las prácticas ilícitas de los servicios secretos y de su vínculo con periodistas durante la década de los 90 no se sabía con precisión la magnitud de estas prácticas. Organizaciones de periodistas pidieron la publicación del informe y pidieron a la comisión parlamentaria que investiga la participación de los servicios secretos en la lucha anti-terrorista, que también investigue el espionaje a periodistas. Uno de los afectados, el periodista Hans Leyendecker, dijo en declaraciones a la prensa alemana, "que no es tanto que los servicios secretos hayan reclutado a periodistas lo que le molesta, sino que los periodistas se hayan prestado a eso, lo que es mucho peor".

Gobierno de Helmut Kohl

El ex coordinador de los Servicios Secretos de la Cancillería alemana, Bernd Schmidbauer, se rehusó a seguir participando con la comisión parlamentaria que realiza las investigaciones si éstas incluyen el período en el que estuvo al frente de los servicios secretos. Durante el gobierno del conservador Helmut Kohl, Schmidbauer fue responsable de los servicios secretos en la cancillería. Desde la publicación del informe de Schäfer, Schmidbauer se ha enfrascado en una discusión con el antiguo jefe de los servicios secretos sobre quién asume la responsabilidad sobre las medidas operativas de los servicios secretos contra periodistas.

La cancillería alemana prohibió a los servicios secretos que espíen a periodistas o que los utilicen como fuente. La orden fue girada por el ministro de la Cancillería, Thomas de Maiziere, que entre sus competencias figura la de coordinar los servicios secretos.