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¿Se afirmará el euro?

3 de mayo de 2010

La decisión de los países de la eurozona de salir al rescate de Grecia es analizada en los editoriales, que reflejan preocupación ante la posibilidad de que, pese a todo, la crisis siga extendiéndose.

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El ministro de Finanzas griego, Giorgios Papakonstantinou, y el jefe del eurogrupo, Jean-Claude Juncker.Imagen: AP

Stuttgarter Zeitung, de Stuttgart: “La Unión Europea, esa comunidad de miembros tan dispares, ha demostrado que está dispuesta a solidarizar también con aquellos que han pecado gravemente. La pregunta que se plantea es cómo reaccionarán los mercados extremadamente nerviosos. ¿Podrán los griegos volver a obtener financiamiento a tasas sensatas? ¿Se afirmará el euro? ¿O contagiarán los helenos incluso a otros países de nuestro ámbito monetario, a los portugueses, españoles e italianos en el sur y a los irlandeses en el noroeste de la eurozona? El esfuerzo a favor de Atenas es algo que la comunidad puede soportar. Pero si la crisis se extiende en forma dramática, probablemente se vería sobrepasada”.

Más coordinación

El País, de Madrid: “Los inconvenientes de esta formidable ayuda financiera -no contemplada formalmente en las normas constitutivas de la unión monetaria y primera en los 11 años de historia del euro- son menores que las ventajas. Tras los avatares de los últimos meses suscitados por la aprobación de este programa de rescate, incluido el ruidoso castigo infligido por el mercado a algunos Gobiernos, la lección más importante que cabe extraer para Europa es la necesidad de una mayor y mejor coordinación de las políticas económicas en la eurozona, principalmente la presupuestaria. Si no se llega pronto a algo parecido a un Gobierno conjunto acordado en sus líneas maestras se seguirán produciendo fragmentaciones peligrosas, cuando no la definitiva exclusión de algunos países”.

El precio del miedo

Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: “La ayuda prometida constituye una transgresión del tratado sobre la forma de operar de la Unión Europea. Grecia es apenas el caso más urgente (...), el primero que pierde el equilibrio. Otros Estados endeudados, como Portugal, pueden ahora sentirse seguros de que, en el peor de los casos, tampoco ellos serán abandonados a su suerte. Nunca se pensó seriamente en una renegociación o en la exclusión de Grecia de la eurozona, aunque hay fuertes argumentos económicos y políticos a favor de ambas opciones. Pesó más el miedo de la UE a una tempestad (quizá purificadora) en los mercados financieros y a la pérdida de confianza de los inversionistas”.

La próxima catástrofe

Der Standard, de Viena: “Alzas de impuestos en Occidente incrementarán las ventajas comparativas de China, India o Brasil y orientarán más inversiones hacia esas regiones. Pero ese simple mensaje no parece haberse escuchado en ninguna parte. En cambio, los Estados especulan con que de algún modo podrán zafarse de la trampa de la deuda cuando se reactive el crecimiento. Entretanto, se sostiene a todo aquel que cae y –como en el caso de Grecia- oculta que la ayuda crediticia (financiada con préstamos) no será devuelta jamás. El famoso retorno del Estado conduce directamente a la próxima catástrofe”.

Enseñanzas para Europa

Nepszava, de Budapest: “La enseñanza que hay que extraer se refiere a hacia dónde conducen el fomento del consumo irresponsable y la contabilidad ‘creativa’ en materia presupuestaria, es decir, el engaño a Bruselas y a sí mismo. (...) La Tragedia griega debería sin embargo dar qué pensar también a los políticos húngaros. Por ejemplo, a los conservadores que, tras haber ganados las elecciones, se aprestan a asumir el poder y esperan un impulso económico de la reactivación del consumo interno, pese a que no están dadas en absoluto las condiciones para ello”.

Autora: ERS/dpa

Editor: Enrique López