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¿Quién salva al clima? ¿Y a la UE?

30 de noviembre de 2010

La cumbre de Cancún y las operaciones de rescate financiero en la UE, encuentran eco en editoriales europeos, pese al revuelo por WikiLeaks.

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¿Rescate para el Euro pero no para el clima?Imagen: Fotolia/Okea

“Cancún no puede permitirse pasar en vano” advierte Le Monde, de París: “El sentido de la urgencia no es menor en Cancún que en Copenhague. Los últimos estudios científicos muestran, por el contrario, que el calentamiento (del planeta) marcha a ritmo más acelerado de lo previsto. Cancún no puede ser una cumbre sin resultados. Está claro que las heridas no han sanado aún tras el trauma danés. China y Estados Unidos, los dos gigantes, campeones mundiales de la contaminación del clima, siguen atrapados en su confrontación. Debilitada por la crisis financiera y monetaria, la Unión Europea (UE) será ahora aún más incapaz de imponer su punto de vista. Pero, pese a todo, el acuerdo internacional sigue siendo el único camino para combatir el calentamiento global. (…) Los Gobiernos están llamados a limar sus diferencias y avanzar al menos en algunos temas concretos, si el acuerdo global se torna inalcanzable”.

¿Cambio climático? ¡Ah, sí, cambio climático!

“La política mundial tuvo tanto que salvar en los últimos dos años: economías completas, bancos, grandes empresas, ahorros”, comenta el Dresdner Neuesten Nachrichten, de Dresden: “Sólo para la protección del clima parece no valer el concepto de crisis. Por eso no se encuentra rescate. Y ya se sabe por adelantado: tampoco puede esperarse tal rescate de la conferencia internacional de Naciones Unidas en Cancún”.

Acuerdos mínimos, pero vinculantes

“Quien espere poco no sufrirá decepciones. La frase es un sobreentendido en torno a la conferencia del clima de Naciones Unidas”, escribe el Nürnberger Zeitung, de Núremberg: “El sueño de un rápido sucesor para (el Protocolo de) Kioto se ha desvanecido. La conferencia insiste en trazarse objetivos realistas para lograr un consenso mayoritario. Y es necesario que así sea. Los participantes tienen que ponerse de acuerdo en torno a regulaciones vinculantes, al menos en lo que concierne a las ayudas para la adaptación a las consecuencias del cambio climático, así como a la protección de los bosques”.

Los bancos… o el contribuyente

“La canciller lleva semanas esparciendo a los cuatro vientos que se ocuparía de que los bancos sangrasen cuando hubiera que salvar (nuevamente) a un miembro de la eurozona”, opina el Tagesspiegel, de Berlín: “Sin embargo, ahora todo parece tomar otro curso y esto no sorprende demasiado. Su postura, debía darle a (Ángela) Merkel aires de enérgica defensora de los intereses alemanes (…). Finalmente, se ha llegado a un acuerdo de apuro: los bancos pagan sólo si un país está a punto de quebrar del todo. Por costosas maniobras de rescate seguirá respondiendo el contribuyente.”

“La pregunta del millón es ahora: ¿Qué pasará si la confianza de los actores del mercado en relación con España – o incluso con Italia – se sigue debilitando y estos países y sus primas de riesgo llegan a sus límites?”, afirma el Neue Zürcher Zeitung, de Zurich: “Puesto que no se puede contar con que los políticos entren en razones y se decidan a dejar cargar con sus propias deudas tanto a los Estados como a los bancos con administraciones poco serias de sus finanzas, habrá que buscar otras soluciones. Presuntamente se ampliarán las provisiones de rescate, se habla de redoblar los recursos. O el Banco Central Europeo dejará de parecer inocente y se le condenará a comprar bonos estatales a gran escala, al estilo de la Reserva Federal estadounidense. Estos son los oscuros pronósticos para Europa y los mercados financieros en 2011”.

RML / dpa / AFP / dradio

Editora: Claudia Herrera Pahl