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Muertos sin sepultura

15 de enero de 2010

La ayuda internacional debe continuar aún después de los primeros auxilios tras el terremoto que sacudió a Haití, dice la prensa.

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Navío con ayuda internacional, en Puerto Príncipe.Imagen: AP

En París, Liberation: "La comunidad internacional se enfrenta a una tarea enorme. En un país con infraestructura debilitada, en el cual la pobreza es un problema masivo y la clase política se encuentra diezmada, lo más importante es la organización de la ayuda humanitaria. Haití debe convertirse en el más grande clamor del mundo, y debe permanecer así aún cuando las cámaras de televisión se hayan retirado a otras latitudes. Tras los primeros auxilios vendrá la tarea de reconstruir al país. Haití no podrá sostenerse sin un programa de ayuda internacional que corresponda a la tragedia que lo tiene sumido en una catástrofe.”

Cámaras y micrófonos

Le Monde, también parisino: “De repente, todos los medios internacionales informan acerca de Haití. Los grandes del mundo llegan, con sus cámaras y micrófonos, a manifestar solidaridad. Pero antes de la catástrofe, escritores comprometidos habían advertido sobre la situación de emergencia en el país. Haití es una de las naciones más pobres del mundo, y nadie se ocupa de ella, a menos que sufra una catástrofe natural. Una capital ha sido destruida: una ciudad francoparlante con más de dos millones de habitantes, que fue fundada en 1792 por los fanceses. Esta relación, que ha sido reconocida por al presidente Nicolas Sarkozy, constituye un compromiso como el que ha sido expresado por Estados Unidos.”

Colonia rebelde

En Berlín, el Tageszeitung: “Detrás de cada catástrofe se esconde alguna falla humana. En el caso de Haití, se trata de generaciones de regímenes voraces e incapaces: desde los franceses, que dejaron desolación en la colonia rebelde, hasta el Fondo Monetario Internacional, que, secundado por Estados Unidos, obligó a Haití a privatizar las pocas fuentes de ingreso de un Estado debilitado. Tampoco sorprende el que no se hayan respetado las normas de construcción. Un país devastado quedó más devastado aún. Esto debería servir de motivo para que la comunidad internacional reflexione y decida si restablece el ominoso statu quo ante, o si ayuda a que Haití, o por lo menos la capital, sea reconstruida, abriendo la posibilidad para un nuevo comienzo en el país.”

Muertos sin sepultura

En Roma, La Repubblica. “No será posible dar sepultura a los 50.000 ó 100.000 muertos en Haití. Aún si se alzara de nuevo la catedral de Nuestra Señora, que se desplomó por el sismo, no habría sacerdotes suficientes para celebrar misas colectivas para las miles de víctimas.”

Editora: Mirra Banchón