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Moscú: ''doble temor''

DW-WORLD / PK16 de abril de 2007

La masiva represión de marchas opositoras en Moscú y San Petersburgo ocupa hoy a los comentaristas.

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Policía antidisturbios OMON en San Petersburgo.Imagen: AP

Servicios secretos

SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, Múnich: “La represión sólo puede explicarse con un doble temor. Con el temor que los propios gobernantes en Moscú tienen y el temor que quieren infundir. Rusia es gobernada por antiguos y actuales miembros de los servicios secretos, con la natural consecuencia de que el Estado es dominado por la desconfianza y el ansia enfermiza de controlarlo todo. Desde el punto de vista de la dirección del Estado ruso serían sencillamente poco profesional dejar actuar a la oposición sin controles ni obstáculos. Pero los adversarios de Putin son tratados como criminales también porque los sistemas autoritarios necesitan un enemigo interior para justificar su política. En Occidente, ello sólo despierta un leve temblor. La Rusia de Putin se necesita, como abastecedor de energía y como socio.”

Conservar el poder

DIE WELT, Berlín: “"En la política rusa lo central no es el intercambio de ideas con la posibilidad de que el poder cambie de manos, sino conservar el poder. Todo medio se justifica para ello. Ello significa, sin embargo, que Rusia se halla a gran distancia de un rumbo en armonía con los valores occidentales. Lo que llama la atención en relación con los disturbios en la plaza Pushkin –desde siempre un lugar de la libertad de opinión– es la dureza con que actuó la Policía, surgida de la profunda inseguridad con la que Putin reacciona a un grupo de manifestantes tan pequeño. La élite rusa, también Putin, tiene en mente sólo una pregunta: ¿qué será de nosotros en 2008?

Una sorprendente debilidad

“LE FIGARO”, París: “Si se consultara hoy a la población, ésta daría seguramente su visto bueno por gran mayoría al Estado fuerte representado por Putin. El proceder de la Policía, no justamente moderado, no despertará una ola de protestas contra el Gobierno. Pero reprimiendo la más mínima expresión de crítica, el Kremlin deja al descubierto una sorprendente debilidad. Los opositores apaleados en las calles de Moscú y San Petersburgo no son todos extremistas pagados por el exterior o peligrosos agitadores que quieran importar la “Revolución naranja” de Ucrania a Rusia. Ocho meses antes de las elecciones parlamentarias y un año antes de las elecciones presidenciales, en las que se elegirá al sucesor de Putin, el Kremlin quiere controlarlo todo y no dejar ningún espacio de maniobra a la oposición.”

Complicadas preguntas

THE TIMES, Londres: “La falta de consideraciones de Putin arroja una serie complicadas preguntas para Occidente. A mediano plazo, la aplicación de poder económico para ejercer presión sobre sus vecinos nos enseña que nunca deberíamos depender del gas ruso, ni siquiera en lo más mínimo. A corto plazo, debemos hallar una respuesta a la cuestión de qué hacer si Garri Kásparov se transforma en un mártir de la oposición. Más urgente es la pregunta acerca de cómo asumimos nuestra responsabilidad para con los disidentes rusos a los que se les concedió una estadía segura dentro de los límites de nuestras fronteras.”