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Mercados latinoamericanos, de nuevo tabla de salvación de España

21 de marzo de 2010

América Latina es uno de los más atractivos mercados comerciales y España ha aprovechado la oportunidad para entrar o ampliar su presencia en todos los 22 países del subcontinente americano, incluido Brasil.

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Banco Santander, filial en Venezuela.Imagen: AP

La empresa española Acciona construye en Oaxaca, México “Eurus”, que con 250,5 megavatios de potencia, es el mayor parque eólico de América Latina. Este es el proyecto más grande que jamás haya realizado dicho grupo ibérico de construcción, servicios y energía. Conocida durante el Foro Global de Energías Renovables sostenido en México en 2009, ésta es apenas una de las noticias más destacadas de la rentable actividad empresarial de España en América Latina.

El crecimiento de la actividad internacional del empresariado español tras su inclusión en 1986, junto con Portugal, a la Comunidad, hoy Unión Europea, ha sido vertiginoso. Con la expresa ayuda del ex canciller alemán Helmut Kohl, España fue sacada así del aislamiento político, económico y cultural en que había quedado sumida tras décadas de dictadura franquista (1939-1975).

El valor de las inversiones exteriores de la empresa española era en 1985 inferior al 1% del PIB, más exactamente del 0,85%. Hoy, finalizando 2009, de todas las inversiones acumuladas, el aporte de las empresas españolas en el extranjero es del 37% y el grueso de esas inversiones en términos cuantitativos ha sido en América Latina, precisa a Deutsche Welle, Esteban García-Canal, catedrático de la Universidad de Oviedo, España.

¿Por qué América Latina se vuelve lugar, casi exclusivo, de flujos de capital español?

“Aparte de que desde los noventa varios países latinoamericanos han sido calificados como emergentes, un determinante esencial es la ventaja competitiva derivada de una comunidad cultural compartida, fruto del idioma; el impagable recurso que cobra cada vez más valor económico, que permite transitar en un mercado de 450 millones de personas, permitiendo a su vez, adaptar con rapidez productos, tecnología y modalidades de gestión”, concluye Ramón Casilda Béjar, profesor de la Universidad de Alcalá, de Madrid y autor del libro “La década dorada. Economía e inversiones españolas en América Latina 1990-2000”.

Además del aumento de capitales y de productividad, el potencial poblacional de América Latina es también considerado como “una solución al embudo demográfico que sufre nuestro país”, reconoce el también consultor español del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Casilda Béjar, quien apunta que hay un determinante que presionaba, en mayor intensidad, a la banca y telecomunicaciones españolas: “Este factor, perseguía en los mercados exteriores, impulsar rápidamente las ventas con el fin de compensar el saturado mercado nacional, ligado a la necesidad de alcanzar el suficiente tamaño como garantía de la supervivencia en mercados cada vez más competitivos y globalizados. Por consiguiente, el mercado latinoamericano no representa sólo una válvula de escape, sino una estructura necesaria para el desarrollo empresarial dentro y fuera de las fronteras, y como en toda inversión internacional, la posibilidad de construir estructuras empresariales diversificadas geográficamente”. Durante la década de los 90, las empresas españolas habrían invertido más de 97 mil millones de dólares en América Latina.

Experiencias en América Latina favorecieron a españoles

La expansión e internacionalización de la empresa española ha sido posible gracias a que España ha encontrado en América Latina una plaza ideal. “La masiva orientación hacia América Latina ha sido importante, no sólo por las ganancias obtenidas allí, sino por la oportunidad que tuvieron los empresarios españoles de adquirir la experiencia internacional que no tenían”, dice a Deutsche Welle, Esteban García-Canal, catedrático e investigador de organización de empresas de la Universidad de Oviedo, España.

Pero América Latina no sólo ha servido a España como un mercado de ventas, sino como academia y laboratorio de experiencias que les han permitido a los empresarios ibéricos adquirir la destreza para conquistar desde allí otras regiones del mundo. No en vano, los españoles ven con buenos ojos la orientación de su economía hacia América Latina: “El balance es muy positivo. Hoy la fortaleza empresarial de España sería imposible sin la presencia y experiencia ganadas en América Latina. La vía de crecimiento económico pasa por la competitividad”, agrega el profesor de gerencia García-Canal.

América Latina: más que un mercado, más que una plataforma

La presencia de empresas españolas en América Latina les ha permitido a muchas convertirse en multinacionales, como en el caso del Banco Santander, que gracias a su afincamiento en Latinoamérica, pudo pasar a Estados Unidos y al resto de Europa convirtiéndose en un banco con presencia y operaciones globales. “Los beneficios de las empresas españolas en América Latina oscilan actualmente entre el 20 y 50% de sus ganancias”, precisa García-Canal.

Pero no todo ha sido fácil para la empresa española en América Latina. Inestabilidad macroeconómica e inseguridad jurídica son algunos de los problemas que han enfrentado los empresarios, latinoamericanos o españoles, a lo largo de las últimas dos décadas. “Desde la Crisis Tequila de 1994, en México hasta el llamado corralito en la Argentina de 2001que desvalorizó la moneda en un 30%”, recuerda García-Canal.

También de los errores se aprende

Otro de los problemas han sido las entidades regulatorias o las condiciones de precios y competencia que, en determinados países son cambiados después de haber invertido: “Los casos de Bolivia y Venezuela han sido notables. Ello ha obligado a empresas ha abandonar sus operaciones en América Latina, como Aguas de Barcelona, por ejemplo, que han desinvertido también por baja rentabilidad”, apunta el economista García-Canal.

Pero no solamente la afinidad cultural y las conexiones políticas llevaron al empresariado español a Hispanoamérica. El experto de la Universidad de Oviedo apunta que otra de las razones por las que empresas españolas conquistaron mercados latinoamericanos es que “allí no tenían competidores fuertes”.

En términos comparativos las empresas españolas eran en las décadas de los 80 y 90 en América Latina, en efecto, más competitivas que en otro destino, debido a que ni las norteamericanas ni las del resto de Europa ofrecían los servicios ofrecidos por los españoles, esto vale, sobre todo, para la banca y la infraestructura.

Empresas españolas: más flexibles y efectivas que las estadounidenses

Pero el éxito español en América Latina tiene también que ver con el “desarrollismo”, la veloz construcción de una infraestructura moderna, a partir de la segunda mitad de los 80, la economía española adquirió una valiosa experiencia en gestión empresarial. Telefónica, por ejemplo, estaba acostumbrada a responder efectivamente a las necesidades del cliente. En Estados Unidos empero, aunque las redes de telecomunicaciones ya existían mucho antes, no eran más competitivas, por lo anticuadas.

“La frescura o modernidad de las empresas españolas se convierte así en una ventaja, así como la experiencia en el desarrollo de proyectos de infraestructura que recién habían aplicado en la misma España”, agrega Esteban García-Canal. Hoy empresas de otros países de la UE buscan alianzas con españolas para entrar a los mercados latinoamericanos. En telecomunicaciones, gracias a que empresas estadounidenses han vendido sus filiales en el mercado latinoamericano han sido relegadas por empresas latinoamericanas autóctonas, conocidas como “multilatinas”, como el caso de la mexicana America Móvil, de Telmex.

Aunque no ha habido mayor intercambio tecnológico porque ni las empresas españolas ni las latinoamericanas son líderes, la actividad internacional de la empresa española ha beneficiado el desarrollo e implementación de modernos métodos de gestión empresarial en América Latina, a juicio de García-Canal, “sobre todo si hablamos de las empresas que han acudido a privatizaciones.” Hoy los españoles implementan la experiencia lograda en América Latina en el resto del mundo.

Ayer, como hoy, una tabla de salvación

Como ya en el siglo XVII, América Latina vuelve a ser el motor económico de España. Según Sergi Aranda, gerente de Gas Natural para la región,”en los próximos años América Latina será de nuevo la fuente de recuperación de España”, apunta el empresario en The Economist del 3 de abril de 2009.

"Tras una década de auge, la economía española está en serias dificultades, que podrían ser peores sin el exitoso desempeño de sus empresas en América Latina", sustenta dicha revista en A good bet?, ¿Una buena apuesta? En la misma edición. En plena crisis global, con 19% de desempleo, España dobla la media de la Unión Europea. El FMI espera allí una contracción del PIB del 3% en 2009 y 0.7% en 2010. Peor aún, la UE pronostica para España en 2010 "un déficit fiscal del 5,7%, muy por encima del límite del 3% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Pero gracias a la fortaleza del sistema financiero de América Latina, que ha paleado comparativamente bien los daños financieros, España se seguirá beneficiando.

Autor: José Ospina-Valencia

Editor: Enrique López