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Rol del G20 en la economía mundial

11 de octubre de 2010

Los editorialistas europeos comentan las tensiones en los mercados de divisas, las reacciones de Alemania, Brasil, China, Japón y Estados Unidos, así como el rol que debe cumplir el G20 frente a la economía mundial.

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Varios países deprecian su moneda para impulsar más sus exportaciones.Imagen: ullstein bild - Schöning

Stuttgarter Zeitung, de Stuttgart: “La preocupación por las tensiones en los mercados de divisas no es sólo una habladuría. Esta semana el banco central de Japón fijó una baja en el cambio con el objetivo de debilitar el yen, y así beneficiar su economía nacional. Brasil y Corea del Sur también han comenzado a influir en sus divisas. Estos países temen por grandes afluencias de capital que podrían provocar burbujas especulativas. Y debido a la confesión del banco central estadounidense de la posibilidad de un mayor debilitamiento de su política monetaria, la cotización del dólar entró a la baja. De estos eventos no se puede generar una espiral de descenso (de las divisas). Todas las partes implicadas son concientes del peligro.”

G20: foro decisivo para la economía mundial

Braunschweiger Zeitung, de Braunschweig: “El concepto guerra de divisas puede parecer militarista, pero lamentablmente no es inadecuado. Desde hace años, China devalúa artificialmente su moneda para impulsar más sus exportaciones. Países como Japón y Brasil siguen este ejemplo. Con lo cual parece inminente un ciclo funesto. El objetivo debe ser una estabilización de los tipos de cambio. Aquí, se hace un llamado al G20. Hace un año, el grupo de los 20 principales países industriales y emergentes se proclamó a sí mismo como el foro decisivo para la economía mundial. Sin embargo, a finales de octubre sus representantes deben demostrar que no prometieron demasiado.”

Jugar con fuego

El País,de Madrid: “Ahora, desde el original reproche a las autoridades chinas por mantener un régimen cambiario que limita la libre fluctuación de su moneda, hasta las más recientes denuncias de la canciller Merkel a los dos principales contendientes en esa refriega cambiaria, EE UU y China, las cosas parecen tomar un cariz inquietante. La actitud japonesa, favoreciendo la depreciación del yen, y alertando de las compras chinas de activos denominados en su moneda, no ha hecho sino agravar el conflicto. Claro que la definitiva integración de China en la economía y en el sistema financiero global exige el abandono de esa permanente manipulación del tipo de cambio. (...) En todo caso, la solución a esas tensiones no ha de hacerse mediante decisiones individuales, sino en el seno de las instancias multilaterales. Si algo ha enseñado la gestión de esta crisis es que no se puede seguir confiando en las hegemonías simples del pasado. La renovada vigencia del G-20 ha de servir para que, en su reunión del próximo noviembre, se despejen las amenazas de esa guerra cambiaria sobre la recuperación económica.”

Dólar débil, euro fuerte

Corriere della Sera, de Milán: “El dólar débil refleja la impotencia del presidente estadounidense Barack Obama, a quien no le es posible convencer a las familias de su país de gastar dinero. Si en ese país no aumenta el consumo, entonces el único camino para evitar una nueva recesión es una exportación mayor. Y es exactamente la debilidad del dólar la que da un aporte a la exportación. Sería absurdo tratar de detener su tendencia a la baja. Al contrario, el fuerte euro es un dilema para el Banco Central Europeo. La recuperación de la economía alemana podría sugerir la idea de un aumento de las tasas de interés. Pero debido a la debilidad de muchos bancos este paso no parece adecuado. La fortaleza del euro resuelve este dilema.”

Autora: Cristina Mendoza Weber / dpa / AFP

Editor: José Ospina Valencia