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La vida después de la política

Enrique López Magallón29 de noviembre de 2006

Dedicarse a las tareas de gobierno puede traer popularidad, pero también una vida llena de carencias. Una ex diputada socialdemócrata se ve obligada a limpiar casas ajenas, pues su popularidad se tornó estigma.

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La ex diputada alemana Lilo Friedrich hoy se dedica a limpiar casas.Imagen: picture-alliance/dpa

Son muchos los que piensan que dedicarse a la política equivale a una vida eternamente llena de lujos y hasta de excesos. De hecho, buena parte de quienes así lo consideran son los mismos políticos. Pero la vida política no siempre es un edén lleno de bonanza y delicias materiales.

Por lo menos, eso es lo que se desprende de un estudio titulado "Trabajo temporal. Estudio sobre el destino de antiguos diputados del Bundestag", elaborado por la académica Marie Kreiner, de la Universidad de Oldenburg. Ella entrevistó a 38 ex legisladores que perdieron sus escaños en las elecciones de 1994 o 1998. La investigadora encontró algunos casos sorprendentes.

Antes portafolios, hoy cubeta

Lilo Friedrich conserva en su cabello la tonalidad roja que un día la distinguió de los demás miembros del Bundestag. Pero lo demás ha desaparecido. La mujer de 57 años, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), ayudó a formar la mayoría parlamentaria con la que gobernó el ex canciller Gerhard Schröder. Una fotografía la muestra, orgullosa, junto al entonces jefe de gobierno alemán. Esto fue antes de que perdiera su lugar como legisladora.

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¿Futuros desempleados?Imagen: AP

Hoy, Friedrich se dedica a limpiar casas ajenas, por 11,50 euros la hora. Sus más de cien solicitudes de trabajo fueran rechazadas. "La época posterior a mi mandato fue terrible", recuerda. "Yo solía pensar que había empleo para cada persona que quisiera trabajar."

Readaptación social

Angela Marquard fue diputada por el Partido del Socialismo Democrático (PDS) de 1998 a 2002, y su cara fue una de las más conocidas dentro del escenario político alemán. Esto, hoy, le acarrea problemas. "Mi popularidad es un obstáculo", dice.

También recuerda que una empresa la rechazó bajo el argumento de que "su historial no es compatible con el de nuestra compañía." Ante este panorama, la ex diputada afirma que tras su época en el Bundestag "mi readaptación social sólo podrá darse a través de un partido político". Por ello, ofrece consultorías aisladas al SPD, con lo cual apenas se garantiza la subsistencia.

Vacío en la investigación

El informe de la académica Kreiner resultaría colorido, si no fuera porque habla de vidas humanas. "La idea de que todos los diputados tienen una compensación generosa hasta el final de sus vidas es falsa", afirma ella en entrevista con DW WORLD. "El paquete de ayuda post-parlamentaria es notablemente frágil, y puede conducir a los ex diputados a una situación precaria."

Vertrauensfrage Bundestag Gerhard Schröder und Joschka Fischer
La labor política puede dar popularidad, pero también muchos dolores de cabeza.Imagen: AP

Sobre la manera como nació la idea del estudio, Kreiner afirma que "se trataba de cubrir un vacío en la investigación académica. Me encontré con un terreno virgen. Nadie, en el estudio de la ciencia política, se había interesado por lo que pasa con los políticos después de la política. Esto puede inducir en el comportamiento de los actuales funcionarios, pues forzosamente existe esa etapa posterior."

Prejuicios entre políticos

Pese a su situación, Friedrich reconoce que la banalidad es un elemento común en la vida política alemana: "Se me criticó mucho por mi actividad actual. Existe la idea de que uno jamás debe hacer esas cosas si ha pasado por el gobierno. Se piensa, también, que como diputada una sólo puede retirarse a poner un salón de belleza o para organizar eventos culturales."

La investigadora Kreiner afirma por su parte que, a raíz de que realizó el estudio, su percepción de la política y de los políticos ha cambiado. "Tengo un mayor respeto por el trabajo de los diputados, y entiendo mejor las justicias e injusticias en las críticas a estos personajes de la vida pública." La carga física y psicológica para los políticos es enorme y, en proporción, la paga que reciben es poca. Por ello, su conclusión es clara: "La política es algo a lo que jamás me dedicaría."