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Fariñas todavía en peligro

9 de julio de 2010

Clara Pérez, la esposa del disidente cubano Guillermo Fariñas, advirtió que su marido, que abandonó ayer una huelga de hambre de más de 4 meses, sigue en peligro de muerte. "Apenas está tomando agua".

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El disidente cubano Guillermo Fariñas, en marzo.Imagen: dpa

La esposa del periodista Guillermo Fariñas, que suspendió ayer una huelga de hambre que mantenía desde hace cuatro meses, se muestra contenta y llena de esperanza. "Yo lo apoyo en todo, y no hay planes aún porque él todavía se encuentra en peligro de muerte", dice Clara Pérez, en conversación telefónica con DW-WORLD.

El psicólogo de profesión y periodista independiente de 48 años comenzó en febrero pasado una huelga de hambre en protesta por la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo y para exigir la liberación de 26 prisioneros políticos que se encuentran enfermos.

Jaime Ortega
El cardenal cubano Jaime Ortega y el ministro del Exterior español, Miguel Angel Moratinos, el pasado 6 de julio en La Habana.Imagen: AP

Moratinos, artífice del desenlace

Fariñas anunció su decisión de abandonar la huelga de hambre un día después de que la Iglesia católica cubana comunicara que el gobierno de Raúl Castro liberaría a 52 presos políticos. El espectacular desenlace se produjo después de una visita a la isla del ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.

La decisión de La Habana fue aplaudida por la Unión Europea y los gobiernos de numerosos países. El ministro alemán del Exterior, el liberal Guido Westerwelle, felicitó a su homólogo español por su papel en la liberación de los detenidos y abogó por una rápida liberación de todos los prisioneros de conciencia.

Medios españoles afirman que además de acompañar el diálogo entre la Iglesia y el régimen de Castro, Moratinos ha prometido poner todo su empeño en derogar la llamada Postura Común de la Unión Europea, que Cuba rechaza.

Kuba Zapata Tamayo
Una imagen del disidente Orlando Zapata Tamayo.Imagen: AP

Fariñas recibió aplausos y vítores

Mientras tanto, al saberse el anuncio de la liberación paulatina de los disidentes, los compañeros de lucha de Fariñas exhortaron al periodista a que dejara la huelga de hambre. "Anoche fueron a verlo muchos hermanos de lucha que lo aplaudieron y le gritaron vivas", relata Clara Pérez. "Posteriormente leyeron un comunicado afuera del hospital anunciando al mundo que tras el anuncio oficial sobre la liberación de los presos, también Fariñas abandonaría la huelga de hambre". Le aplaudieron y le dieron vítores, fue muy emotivo", recuerda Clara Pérez.


Fariñas se encuentra todavía en el hospital provincial de Villa Clara "Arnaldo Millán", adonde fue internado en marzo pasado con un cuadro de shock hipoglucémico después de ocho días sin ingerir alimentos ni agua. "Su estado de salud todavía es grave, está en la sala de cuidados intensivos porque el riesgo de que muera es inminente", dice su esposa y señala que esta mañana no pudo hablar con él porque estaba dormido bajo los calmantes que le pusieron para aliviar los dolores que tiene.

Kuba Amnestie
Las Damas de Blanco, familiares de presos de conciencia en Cuba.Imagen: AP

El peligro no ha pasado aún

Para ella y la madre de Fariñas, que se opusieron a la huelga de hambre desde un inicio por los riesgos para la salud del disidente, estos meses han sido una agonía. Fue sometido a alimentación parenteral, lo que le provocó dolores articulares en todo el cuerpo. Adicionalmente, según cuenta su esposa, un catéter que le pusieron le provocó una infección severa. "Hubo que quitarle inmediatamente el último que le pusieron porque ya no lo toleraba, tenía los ojos cerrados y ya no quería hablar", recuerda.

Clara Pérez dice que también a su hija Diosángeles Fariñas, de ocho años, le ha afectado todo esto. "Hace cuatro meses que no ve a su papá y ayer que se enteró que había dejado la huelga de hambre aunque se puso muy contenta, estuvo inquieta y nerviosa todo el día, hay cosas que no entiende todavía".

La mujer de Fariñas dice que en Cuba hay una clara percepción del papel de mediación de la Iglesia en la liberación de los disidentes. "La Iglesia católica en Cuba tiene una buena imagen y más ahora. Estuvo reprimida durante muchos años pero la población cubana es religiosa. Yo soy católica de nacimiento, a mí me enseñaron desde pequeña que la fe salva y que nunca hay que perderla. Eso me ayudó mucho".

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas