Jugando a ser gerente de correos

La carrera de Andreas Seyfarth (autor de Manhattan y Puerto Rico) empieza a tomar tintes mágicos…ni queriendo saca un juego que no gane. El autor, junto a su esposa, lanzó a principios de año, un juego con una temática bastante novedosa, lo que le ha llevado a obtener el premio al mejor juego del año 2006 en Alemania.

Las reglas

Se trata de un juego de una complejidad media-baja, bastante fácil de entender, pero que cuenta con tácticas y estrategias para darle tensión. El fin principal es construir un sistema y entramado de envíos postales. Los jugadores deben establecer líneas de correo entre las ciudades del tablero, reuniendo las cartas correctas para cada ruta. La lucha contra los adversarios por la carta adecuada, la ruta que conecte más ciudades y la mayor diligencia, hacen de esta actividad recreativa una de las más entretenidas del momento. Su duración ronda la hora, por lo que no se hace tan pesado como otros.

La inspiración del autor

El juego está basado en una familia alemana, los "Thurn und Taxis". En 1490, el Kaiser Maximiliano I contrató los servicios de Franz von Taxis para transportar el correo entre sus residencias de Innsbruck y Bruselas. Hizo tan buen trabajo que todos los servicios postales de la ciudad siguieron conectados con el nombre de "Thurn und Taxis". Con la introducción de los carruajes postales a mediados del siglo XVII, los miembros de la familia fueron elevados a condes y consiguieron el título de maestro cartero. El juego empieza en este momento de la historia.

Aquellos que crean ser capaces de emular los logros de esta familia y construir una red postal que funcione, o que tienen el talento para crear una red eficiente, sin perder de vista los nuevos carruajes a medida que aparecen, no pueden perderse este juego.

Para niños: "Der schwarze Pirat", el pirata negro

Los más pequeños de la casa también tienen con qué divertirse. "Der schwarze Pirat", fue elegido como el mejor juego para niños, a partir de 5 años.

Éste apela al antiguo sueño de todo navegante: surcar el mar, tomar tierra en la bahía de una isla desconocida y exótica y encontrar tesoros. La increíble presentación del juego pirata consigue crear incluso en "marineros" adultos un ambiente de ilusiones, con las que poder disfrutar. Y eso sólo con un poco de habilidad, táctica y suerte al tirar el dado.

El viento se genera con un fuelle, que empuja al barco sobre el mar recreado en el tablero. Los dados establecen cuál es la isla que oculta el mayor tesoro y cuánto tiempo se puede empujar al barco en dirección a la meta. Cada jugador puede adoptar el papel del pirata negro y abordar el barco. La navegación no es fácil, pero ahí está la diversión.