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Giro inesperado

DW-WORLD / Agencias18 de mayo de 2007

Jaled Al Masri, secuestrado por la CIA y torturado en Afganistán, sufre las secuelas del cautiverio, dicen sus abogados. A ello se debería el incidente que tiene al alemán-libanés en un hospital psiquiátrico.

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Jaled Al Masri: parecía la serenidad misma.Imagen: AP

De acuerdo con sus abogados defensores, Jared Al Masri sufre las consecuencias del confinamiento y las torturas a las que fue sometido en Afganistán por parte de los servicios secretos que lo secuestraron y lo manuvieron en cautiverio.

Aseguraron que el ciudadano alemán de origen libanés, quien se encuentra detenido por presuntamente causar un incendio que arrojó daños por medio millón de euros, se encuentra profundamente perturbado como secuela de aquella experiencia.

Dicen, además, que advirtieron de ello al gobierno federal. Los abogados, de acuerdo con esta versión, habrían enviado una misiva a la cancillería solicitando ayuda psicológica urgente para Al Masri, quien ya presentaba señales de afectación.

La carta, "un llamado desesperado en busca de ayuda", fue turnada por la cancilleria federal al gobierno de Baviera, sostiene la defensa del detenido. No obstante, la solicitud no fue atendida.

Parece claro, por el momento, que en efecto la conducta de Al Masri se fue deteriorando conforme pasaban los meses, tras su regreso a Alemania. Se tienen documentados incidentes del detenido en la misma tienda que ardió este jueves. Los abogados mismos habían señalado con anterioridad que "el radio de acción y movimiento de Al Masri se limitaba a la sala de su casa, y al baño."

El recuento de los daños

La Policía bávara detuvo este jueves a Jaled Al Masri, quien presuntamente fue secuestrado por la CIA y encarcelado en Afganistán en 2004, al sospechar que es el autor de un incendio ocurrido el miércoles en la localidad bávara de Neu-Ulm.

El incendio comenzó después de que presuntamente Masri rompiera la luna de un mayorista y prendiera fuego al local causando daños por valor de 500.000 euros, precisó la policía de la localidad de Krumbach en Baviera.

Tras su detención cerca del lugar de los hechos, Masri fue internado en la sección de psiquiatría de un hospital por orden del juez, precisó la policía.

Requiere terapia

Manfred Gnjidic, abogado de Masri, aseguró en declaraciones a la agencia alemana DPA que el incendio es fruto de un acto de desesperación de su cliente tras una disputa por una bagatela con el mayorista Metro-Markt.

El abogado recordó que su cliente había sido víctima de un caso de terrible tortura y que hasta ahora no había recibido la terapia que habían solicitado.

El incendio se produjo horas después de que el Tribunal Constitucional (TC) alemán declarara ilegal las escuchas telefónicas efectuadas por parte de la justicia bávara al abogado de Masri.

La operación de escuchas telefónicas había sido ordenada en 2006 por la Audiencia Provincial de Múnich con el propósito de obtener información sobre los presuntos autores del secuestro de Masri.

Confusión con secuelas

Este alemán de origen libanés de 43 años ha acaparado últimamente muchos titulares tanto fuera como dentro de Alemania, pues su caso forma parte del sumario relacionado con los vuelos secretos de la CIA en Europa.

Masri fue detenido, según su propio testimonio, el 31 de diciembre de 2003 al entrar en Macedonia por la policía de ese país y unas semanas después fue entregado a agentes de la CIA.

Los agentes le trasladaron a una cárcel de Afganistán, donde pasó cinco meses y fue torturado hasta ser liberado en Albania, el 28 de mayo de 2004.

Tras su liberación, el caso de Al Masri se convirtió en toda una causa para organizacíones de derechos humanos que, con él, denunciaron los abusos de los servicios secretos internacionales en la llamada "guerra contra el terrorismo".

Al Masri es figura principal del documental Outlawed, realizado por Witness y otras trece organizaciones de derechos humanos en el mundo. En él se denuncian los llamados "vuelos secretos" de la CIA, y prácticas como las que sufrió Al Masri en Afganistán.

El gobierno de Estados Unidos reconoció indirectamente que se había tratado de una confusión, pues lo habían tomado por un miembro de Al Qaeda.

Por otro lado, una comisión de investigación parlamentaria del Bundestag, Parlamento alemán, trata desde hace meses de aclarar, entre otros temas, el papel de los servicios secretos alemanes en el secuestro de Masri.