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Gaza en tiempos de la retirada israelí

Mirra Banchón20 de julio de 2005

Protestas de colonos, aún no cruentas. Enfrentamientos entre las organizaciones palestinas. ¿En preparación un nuevo orden político para después de la retirada?

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Protestas de colonos israelíes en la frontera de Gaza.Imagen: AP

Decenas de miles de manifestantes pusieron en jaque en los últimos días a las fuerzas de seguridad israelíes. Por otro lado, los enfrentamientos entre Hamas y Al Fatah continúan, a pesar de haber acordado un cese de hostilidades. Los líderes palestinos exhortan a la unión entre sus organizaciones; los líderes de los colonos manifestantes desmienten que hayan cesado las protestas. Lo que se cuece por debajo, probablemente, sea una reorganización del poder para el tiempo después de la retirada de Gaza.

Kneset apoya a Sharon

El que el Kneset, el parlamento israelí, votara en contra de la moción de posponer el plan de retirada de 25 asentamientos judíos -con la reubicación de 8000 colonos- significa un espaldarazo para la política el plan del primer ministro israelí, Ariel Sharon. "Ésta es una prueba de que el gobierno, el Parlamento y la opinión pública apoyan la retirada", declaró un aliviado Sharon. Por lo pronto, aunque las manifestaciones continúen, las fuerzas israelíes parecen haber controlado la situación sin haber llegado a disparar contra su propia gente, otro hecho positivo que Sharon puede registrar en su haber. Por su parte, si bien la organización islamista radical Hamas y la actualmente en el gobierno Al Fatah acordaron un cese de enfrentamientos entre ambas, los tiroteos continúan.

Desocupar Gaza a toda costa

Al parecer, nada hará desistir al primer ministro israelí de su plan de desocupar la franja de Gaza. Demasiado ha luchado por ello. Tan cerca de lograr su objetivo el ex general no va a darse por vencido; con la retirada de Gaza, Ariel Sharon quiere entrar a la historia como aquel mandatario que aseguró la supervivencia del Estado israelí, opinan analistas. La fuerza para ello la saca Sharon -que alguna vez fue el líder de los colonos en los asentamientos judíos en terreno palestino- de su convicción de que no puede luchar con el factor demográfico claramente en contra de Israel.

¿Y después de la retirada?

Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abbas, manifiesta ausencia de energía. Su gran logro -un cese al fuego de los grupos islamistas- no duró más de cinco meses. Abbas, quien nunca había cesado de rechazar el desarme de los palestinos -por lo cual ha sido tachado desde siempre de débil por los israelíes- ha salido debilitado de estos enfrentamientos que han costado varias vidas. Los infructuosos intentos de su policía de impedir que activistas de Hamas y de la Yihad islámica atacaran objetivos israelíes no han hecho más que confirmar las carencias de su liderazgo.

Hamas, por su lado, pretende posicionarse políticamente y dejar claro que sólo ellos, como la fracción más poderosa, pueden gobernar Gaza después de la retirada de los israelíes. Así, si bien Sharon seguirá con su plan para Gaza, las masivas protestas de los colonos le servirán de argumento de peso para replicar cuando de planificar las retiradas de los asentimientos en Cisjordania se trate: será, probablemente, un asunto innegociable con su pueblo.