Frágil esperanza nicaragüense

Politiken, de Copenhague: "Las esperanzas de una nueva melodía política en Nicaragua están cimentadas sobre hielo frágil. El nuevo presidente electo, Daniel Ortega, ha acordado con el ex presidente Arnoldo Alemán, recientemente preso por presunto delito de malversación, convenios sobre el reparto de poder, cambios constitucionales a favor de la elite dominante y la venta de propiedad estatal para uso privado. Esto hace que su integridad y sus intenciones políticas queden en entredicho. Ortega mismo califica los acuerdos de reconciliación con el pasado. Observadores políticos lo definen como corrupción y abuso de poder. (...) Tras esta victoria los sandinistas se encuentran en una posición de poder única. Han dado una estocada a la oposición después de conquistar todas las alcaldías. Esta es una oportunidad para el cambio pero también para el abuso y la corrupción económica."

Difícil elección

Luxemburger Wort, de Luxemburgo: "Al antiguo defensor de la ideología marxista le espera un duro trabajo. En el futuro se medirá a Daniel Ortega por el hecho de si logra reducir la enorme brecha existente en Nicaragua entre ricos y pobres. Esto no se puede lograr sin una política económica constructiva. Casi la mitad del comercio exterior de Nicaragua se concentra con Estados Unidos. Washington y Ortega deberán coexistir a pesar del peso histórico; Estados Unidos apoyó durante el Gobierno de Ronald Reagan a los rebeldes antisandinistas. Para ambas partes esta relación podría resultar positiva. Daniel Ortega al contrario de Hugo Chávez, Evo Morales y Raúl Castro no emprenderá un curso de confrontación con Estados Unidos, ya tan sólo por los intereses económicos. El ex guerrillero tendrá más bien que jugar un papel de mediador entre aquellos que desean una zona de libre comercio panamericana que cubra desde Tierra de Fuego hasta Alaska y aquellos que favorecen el MERCOSUR de Brasil y Venezuela."

¿Está dispuesto al cambio

Independent, de Londres. "Ortega deja a un lado la retórica marxista. Habla sobre paz y reconciliación. El hombre a su lado en la campaña electoral fue un antiguo rebelde Contra. Inversionistas internacionales han recibido promesas de seguridad. Y Ortega afirma tener buenas relaciones con Washington. De todas maneras no puede descartarse el riesgo de que Nicaragua vuelva a caer en una guerra civil. La única forma en que Ortega puede probar que realmente se ha reformado, sería gobernando esta vez en interés de todos los nicaragüenses."