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Evidencias egipcias sobre cárceles de la CIA

Eva Usi9 de enero de 2006

Los servicios secretos suizos encontraron evidencias de cárceles clandestinas de la CIA en Europa del Este. Un tema que tratará durante su próxima visita a Washington la canciller alemana, Angela Merkel.

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La canciller Angela Merkel y el ministro del Exterior, Frank Walter Steinmeier.Imagen: AP

Una nueva revelación sobre la existencia de cárceles clandestinas de la CIA en Europa se filtró por error en la prensa europea proveniente de Egipto. El diario suizo "Sonntagsblick", publicó un fax del ministro del Exterior egipcio Ahmed Abu Gheit, que tenía como destinatario la Embajada de Egipto en Londres. El documento fue interceptado por los servicios secretos suizos y se filtró por equivocación al diario, que lo publicó.

El documento, elaborado por los servicios secretos egipcios, afirma que los sospechosos de terrorismo son interrogados por la CIA en cárceles clandestinas en Rumania, Ucrania, Kosovo, Macedonia y Bulgaria. También revela detalles como la detención de 23 supuestos terroristas iraquíes y afganos en la base militar Mihail Kogalniceanu, en el Mar Negro.

Por su parte, Sonntagblick, afirma que la información de los servicios secretos egipcios es considerada por expertos como altamente profesional. El comandante de la base militar rumana, en donde supuestamente se encuentra una de las cárceles clandestinas de la CIA rechazó las acusaciones vehementemente. El ministerio de Defensa suizo anunció por su parte que investigaría la información filtrada a la opinión pública. El asunto empaña aún más la imagen de Washington ante la opinión pública europea, indignada ante la posiblidad de que existan en su territorio centros de detención semejantes.

Merkel critica Guantánamo

Guantanamo Protest
Activistas de Amnistía Internacional vestidos como detenidos de Guantánamo, protestan contra las violaciones a los derechos humanos.Imagen: dpa

No se anduvo por las ramas la canciller alemana Angela Merkel, al criticar las detenciones de sospechosos de terrorismo en la base de Guantánamo. Durante una entrevista al semanario alemán Der Spiegel, Merkel sorprendió a propios y extraños al criticar con un lenguaje claro el lado oscuro de la guerra que libra Estados Unidos contra el terrorismo y pronunciarse a favor del cierre de la prisión de Guantánamo. Merkel señaló que abordará esta cuestión durante su encuentro con el presidente George W. Bush previsto el viernes próximo. La jefa del gobierno alemán subrayó que tiene excelentes relaciones de trabajo con Washington y que la relación bilateral con su aliado no puede excluir una discusión abierta sobre cualquier tema, incluyendo ésta.

La postura de Merkel fue aplaudida por todos los partidos políticos y reflejó el sentir de la mayoría de los alemanes. Pese a la crítica postura de Merkel frente a las controvertidas prácticas de los servicios secretos estadounidenses, según fuentes diplomáticas en Washington, las relaciones bilaterales tienen un buen tono. Lo que fue confirmado por el subsecretario de Estado, Nicholas Burns durante una entrevista con el diario Tagespiegel am Sonntag. "Las relaciones bilaterales entre Alemania y Estados Unidos han mejorado notablemente con el cambio de gobierno", señaló.

Murat Kurnaz
Fotografía de Murat Kurnaz cuando vivía con sus padres en Bremen.Imagen: DW-World

El turco de Bremen

Merkel viaja el 11 de enero a Washington y lleva en su maletín una iniciativa respaldada por el gobierno turco para liberar al ciudadano alemán de origen turco, Murat Kurnaz. El "turco de Bremen", como se conoce en los medios alemanes al joven, se encuentra detenido en la base militar de Guantánamo desde hace cuatro años. Fue detenido a los 19 años durante un viaje a Pakistán. El gobierno de Gerhard Schröder, desplegó una silenciosa e intensa campaña diplomática para su liberación, en vano. Washington argumentaba que Kurnaz tenía nacionalidad turca y que le correspondía a Ankara interceder por él. Las gestiones del embajador alemán en Washington, Wolfgang Ischinger, fueron tan discretas que ni la familia de Kurnaz, ni su abogado, Bernhard Docke, se enteraron de la ofensiva diplomática. Una solución del caso Kurnaz sería un éxito importante para el gobierno de Angela Merkel.