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Esperanzadora despedida

4 de junio de 2010

La selección alemana le dijo adiós a su afición antes de emprender el viajea Sudáfrica ganándole a Bosnia por 3-1. La forma como se jugó generó confianza en cumplir con un buen Mundial.

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Imagen: AP

El último partido de preparación, disputado en Fráncfort, fue la primera prueba verdadera de los alemanes para establecer cómo está el equipo nacional a pocos días de su debut en Sudáfrica; el rival era de gran categoría -a Bosnia le faltó poco para clasificarse para el Mundial- y en sus filas se encuentraban grandes jugadores, entre ellos el goleador de la Bundesliga,Edin Dzeko. El entrenador, Joachim Löw, pudo por fin introducir las variaciones de formación táctica que demandaron las bajas de varios de los integrantes de la selección durante las tres semanas en las que se concentró en Sicilia y los Alpes italianos a trabajar en los detalles de lo que será la competencia mundialista.

Segundo tiempo mejor que el primero

Deutschland gegen Bosnien-Herzegowina‎ 3. Juni 2010
Philipp Lahm celebra su gol del empate contra Bosnia-Herzegovina.Imagen: AP

Alemania saltó a la cancha para el arranque del partido con una de las dos formaciones tácticas que utilizará en Sudáfrica, un 4-2-3-1 con Bastian Schweinsteiger y Sami Khedira -jugando por primera vez juntos- como barrera de contención delante de la línea defensiva; Mesut Özil como generador de las ideas en el medio; Lukas Podolski y Piotr Trochowski por las bandas y un único delantero de choque, Miroslav Klose. Además, el cuatro posterior, que es el que seguramente se verá en el Mundial, también deparó sorpresas con los laterales del Bayern, tal y como se plantan en su equipo, Philipp Lahm por derecha y el juvenil Holger Badstuber -en su segundo partido con el equipo nacional- por izquierda, junto a Per Mertesacker y Arne Friedrich de centrales.

A la pausa Alemania se marchó con un 0-1 en contra y un puñado de factores para analizar: la defensa funcionó pese a que Mertesacker aún debe afinar su trabajo con Friedrich, y Badstuber, sin aportar gran cosa al ataque, estuvo muy seguro e efectivo controlando a la delantera rival; Schweinsteiger y Khedira armonizaron casi a la perfección y no hay por que dudar de un éxito de su trabajo en pareja; Trochowski no dio el impulso que se esperaba de él, como sí lo hizo por el otro lado Podolski; Klose -confirmando su mal momento- hizo lucir a Alemania como si no tuviera delantera; y el uso de las oportunidades de gol fue deficiente, Özil y Khedira desaprovecharon las más claras.

Fußball Länderspiel - Deutschland gegen Bosnien-Herzegowina
El primer gol fue para Bosnia-Herzegovina.Imagen: picture alliance / dpa

En el segundo tiempo Löw acudió al plan B, un 4-2-2-2 en el que el brasilero nacionalizado alemán Cacau tomó el lugar de Klose, Podolski jugó más adelantado, y Thomas Müller, otro juvenil del Bayern, remplazó a Trochowski. Los cambios produjeron su efecto, la selección reinició el partido con mucha más dinámica y vocación de ataque, lo que entusiasmó a los 48.000 espectadores en el estadio de Fráncfort, las combinaciones fueron más fluidas y veloces, y

Bosnia, que en la primera parte había ejercido mayor dominio, terminó arrinconado; Alemania, que lucía ya como un equipo listo para el Mundial, mejoró aún más con el ingreso por Podolski del pequeño Marko Marin, un jugador que se encarga de mover las líneas enemigas a punta de dribles peligrosos.

Se armó el rompecabezas

Después de tres semanas de preparación, que arrojaron muchas dudas sobre la conformación del equipo alemán por culpa de las imprevistas lesiones de varios pilares como el capitán Michael Ballack, y la integración a cuentagotas de jugadores importantes debido a los compromisos de sus clubes, la selección parece haber encontrado las respuestas para compensar las bajas y resolver los retos estratégicos.

Así, Löw repartió la responsabilidad de la máxima estrella alemana, Ballack, entre dos: Lahm es el nuevo capitán, y Schweinsteiger el nuevo líder en la mitad de la cancha con Khedira como su lugarteniente. El Bayern parece haberle entregado al entrenador nacional las piezas que requería para terminar de armar el rompecabezas de la alineación: Badstuber como lateral izquierdo y Müller en la mitad por la banda. La otra incógnita, ¿quién será el delantero titular?, parece haberse despejado por sí misma y pese a la gran trayectoria de Klose, quien hubiera sido la primera opción, el puesto parece pertenecerle al que se encuentra en mejor forma, Cacau.

El turno de la juventud

Alemania viaja a Sudáfrica con el equipo más joven en su historia en competir en un Mundial desde aquel que representó al país en su primer evento de la categoría en 1934 (la edad promedio entonces fue 24,1 años; hoy es 24,9), y la responsabilidad de cumplir con un buen papel recae en los hombros de inexpertos jugadores; 13 de los 23 integrantes de la selección apenas acumulan 10 partidos con ella, 10 de ellos tienen máximo 5 partidos (el portero titular Manuel Neuer es un ejemplo), y hay dos integrantes, que con apenas dos apariciones, serán titulares: Holger Badstuber y Thomas Müller.

El capitán Philipp Lahm lo plantea diciendo "le llegó la hora a nuestra generación", y el entrenador Löw, sin un ápice de preocupación sostiene "son jóvenes, pero buenos; tenemos mucho potencial y estamos listos para que empiece el Mundial". Por lo pronto Sudáfrica puede esperar, los jugadores alemanes disfrutarán de dos días libres antes de reencontrarse otra vez el domingo, cuando emprenderán el vuelo al continente africano donde el 13 de junio debutarán contra Australia.

Autor: Daniel Martínez
Editor: Pablo Kummetz