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Esperanza escéptica

12 de marzo de 2003

Los editoriales europeos destacan la importancia de la nueva Corte Penal Internacional, inaugurada ayer en la Haya.

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Emblema de la Corte Penal Internacional

El diario francés La Montagne apunta: "Mientras los acontecimientos actuales ponen a prueba la autoridad de las Naciones Unidas, se inaugura una nueva institución internacional cuyas metas no son menos ambiciosas que las de la Carta de la ONU hace medio siglo. La creación de la Corte Penal Internacional es un paso importante en la historia del Derecho. Es un Tribunal permanente que se dedicará a perseguir a criminales de guerra, dictadores sin escrúpulos y responsables de genocidios. (...) Pero la experiencia con estas instituciones muestra que no cabe caer en la euforia. Hasta el momento ni siquiera la mitad de los miembros de la ONU han ratificado el tratado referente a la creación de este órgano. Esto es insuficiente, considerando además el hecho de que la potencia más grande del mundo también se mantiene al margen."

Calma y confianza

El diario belga La Libre Belgique también lamenta la ausencia de los Estado Unidos: "La Corte Penal Internacional puede emprender su trabajo basándose en la experiencia de la justicia internacional en los casos de Yugoslavia y Ruanda. Pero, para conseguir plena autoridad, necesita la inclusión de los Estados Unidos. Para convencer a Washington tiene que demostrar que no se dejará manipular como una herramienta en contra de los EE.UU. Esta tarea es enorme para este Tribunal que pretende ser la primera Corte permanente para juzgar crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio. Sin embargo se puede tener confianza: cuando se firmó el tratado de Roma en 1998, los diplomáticos pensaron que iban a pasar 50 años hasta la creación de esta Corte."

Washington y la Corte

El diario noruego Aftenposten critica la postura estadounidense de boicotear la Corte: "Pasará mucho tiempo hasta que la Corte alcance sus metas idealistas. La razón está en el hecho de que importantes países como Rusia y los EE. UU. tienen sus problemas con la nueva institución. Con su postura demostrativa en contra de la Corte Washington se coloca en un nivel con dictaduras sin sistema judicial independiente. La actitud norteamericana es además opuesta a la propia tradición orgullosa de este país, que tomó la iniciativa en los procesos de Nuremberg y Tokio después de la Segunda Guerra Mundial, y en la actualidad en los Tribunales de Yugoslavia y Ruanda."

Mensaje a los dictadores

El diario alemán Sächsische Zeitung destaca el mensaje hacia los dictadores y comenta: "Naturalmente los derechos humanos sólo cobrarán vigencia universal cuando todas las naciones reconozcan la autoridad de esta Corte. Pero hubiese sido un error no crear esta institución, sólo por que no todos estan convencidos de la idea. Los gobiernos, también el de EE.UU., pueden cambiar de opinión. No importa la ideología o el país de un dictador que asesine o torture: Los responsables saben que ya no podrán salirse con la suya."