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Emisiones: apretando las clavijas

Pablo Kummetz22 de junio de 2007

En Alemania se aprobó una ley para reducir claramente las emisiones de anhídrido carbónico y alcanzar las metas fijadas para el 2012.

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Central carboeléctrica en Alemania: sube el precio de las emisiones.Imagen: AP

Con la ley, la coalición de Gobierno se ha propuesto que entre los años 2008 y 2012, las fábricas y centrales energéticas alemanas emitan anualmente sólo 453 millones de toneladas de anhídrido carbónico, 57 millones menos que hasta ahora. Y ello a pesar de un crecimiento económico de actualmente alrededor del 3 % anual.

Las empresas recibirán a partir del año próximo certificados de derechos de emisión por ese volumen de gases de efecto invernadero. La novedad: hasta ahora, esos certificados eran gratuitos, a partir de 2008, el 9 % no será entregado sin costo, sino subastados.

La subasta de certificados por parte del Estado aumenta la presión a la reducción de emisiones. El precio final de los certificados en el mercado se formará de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda.

Los derechos de emisión por tonelada de CO2 a partir de 2008 cuestan en la bolsa ya hoy más de 20 euros, lo que, proyectado, supone un ingreso para el Estado hasta el año 2012 de unos 4.500 millones de euros.

Esos ingresos, dijo Sigmar Gabriel, ministro de Medio Ambiente, serán invertidos en la protección internacional y nacional del clima. Como ejemplo mencionó la planeada Ley de Calefacción, en la que se prevé la subvención del uso de energía ecológica.

Revuelo en diversos Estados federados

Varios Estados federados alemanes han anunciado que rechazarán la ley en el Bundesrat, la segunda cámara. Argumentan que las nuevas disposiciones perjudican a todas aquellas regiones con yacimientos de lignito y hulla.

Una de las regiones más afectadas será la Cuenca del Ruhr, donde la explotación de carbón tiene una gran tradición. Gabriel rechazó las exigencias y anunció que el Gobierno no dará un paso atrás.

No está claro aún si los Estados “rebeldes” podrán hacer trastabillar la ley en el Bundesrat. Si efectivamente la segunda cámara rechaza la ley, ésta vuelve al Bundestag y tendrá que ser ratificada nuevamente por mayoría calificada.

Todo ese procedimiento podría demorar varios meses la entrada en vigencia de las disposiciones y poner en peligro la distribución puntual de los certificados a las empresas en 2008.

El problema de los mercados oligopólicos

Con el comercio interno de derechos de emisiones, el Gobierno alemán quiere crear incentivos para la modernización de fábricas y centrales energéticas de alta emisión e impulsar la construcción de nuevas, con emisiones menores.

Las empresas energéticas han amenazado con pasar los aumentos de costos a los consumidores, lo que, dado la situación oligopólica en los mercados, podría incluso hacerse realidad.

En todo caso, si aumenta el precio de la energía, seguramente se reducirá el consumo. Ello, aunado a la limitación del volumen de emisiones posibles sobre la base de los certificados, hará que Alemania alcance sus objetivos de reducción de emisiones.

Particularmente contaminantes están consideradas las plantas carboeléctricas, ya que emiten a la atmósfera mucho CO2. Casi el 30 % de la corriente eléctrica en Alemania fue producida en 2005 con carbón.