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El dilema de la clonación humana

12 de agosto de 2004

La autorización de un ensayo de clonación con fines terapéuticos, concedida a la Universidad de Newcastle, vuelve a poner en primer plano la polémica sobre este tema, abordado en los comentarios de la prensa europea.

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Las células madre de un embrión humano.Imagen: AP

El País, de Madrid, plantea: "Será la primera vez que se utilice legalmente esta técnica en seres humanos en Europa. Hasta ahora, la única clonación humana conocida fue hecha pública en febrero pasado por un grupo de científicos de Corea del Sur, uno de los pocos países del mundo donde es legal. En Europa, las leyes británicas la permiten desde 2001, pero hasta ahora no se había aplicado la norma. La autoridad de control británica ha tenido cuidado en precisar que lo que se pretende con el ensayo es hallar tratamientos con los que tratar enfermedades hasta hoy incurables, como la diabetes o las neurodegenerativas, pero no crear nuevos seres humanos. La mayoría de los científicos apoya la clonación con fines médicos, o terapéutica, porque complementa los trabajos que se están desarrollando con células madre embrionarias y abre el camino hacia la medicina regenerativa, una nueva forma de curar prometedora, que necesita de mucha investigación para convertirse en realidad. La práctica totalidad de los científicos, por el contrario, se opone a la clonación destinada a obtener copias de un ser humano, denominada clonación reproductiva. Además de los motivos éticos para rechazarla, la técnica es aún muy inmadura y no hay ninguna garantía de que los humanos clonados nacieran sanos."

Opiniones divididas

La Repubblica

, de Roma, hace notar que "en este caso, la clonación humana no significa que se intente crear un nuevo individuo con el mismo material genético de otro, como ocurrió por ejemplo con la oveja Dolly. Se trata más bien de obtener, mediante la clonación, embriones humanos para extraer células madres que podrían servir para el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y la diabetes. Los embriones clonados serán destruidos antes de 14 días. Y este es el punto en que se dividen las opiniones, no sólo entre el mundo católico y el secular."

El status del embrión

Le Figaro,

de París, opina: "Independientemente de la posible derivación en la clonación reproductiva, el debate gira en torno al status del embrión. Es decir, en torno al concepto que cada cual tiene de la vida humana. (...) A primera vista, nada diferencia a un primitivo embrión de rata de un primitivo embrión humano. Para otros, creyentes o no, el embrión constituye vida humana, ya sea que provenga de dos padres o sólo de uno. Por lo tanto es sagrado. E incluso si en un futuro incierto sus valiosas células posibilitaran sanar enfermedades aún incurables, de ningún modo se podría pensar en convertir embriones humanos en supermercados de órganos."

Decisión a ciegas

El Rheinische Post, de Düsseldorf, considera que la decisión adoptada en Londres era previsible y comenta: "Los experimentos de Newcastle son una bofetada para aquellos políticos alemanes que aún demandan una postura europea mancomunada con respecto a la investigación con células madre. Con la ampliación de la Unión Europea, la posición alemana se ha vuelto aún más minoritaria. Quien quiera atenerse a la opción de Alemania, debe saber que quizá en el exterior se desarrollen terapias que les envidiaremos a otros países. Por otro lado, las células madre embrionarias no son el único recurso de la medicina. Afortunadamente mejoran año tras año las terapias convencionales para los pacientes de diabetes, a los que se quiere ayudar en Newcastle. Además, también ofrecen posibilidades las células adultas, para las que no se necesitan embriones. Recién dentro de algunos años podremos decir qué era lo correcto. Pero las decisiones se toman ahora."