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"El centro europeo no es París sino Praga"

30 de junio de 2003

El debate entre los intelectuales sobre el futuro de Europa continúa. El escritor Günter Grass rechaza la idea del filósofo Jürgen Habermas sobre el "núcleo europeo".

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Günter Grass se opona a su amigo Jürgen Habermas.Imagen: AP

Aunque sea acertado constatar que Europa necesita de vez en cuando un empujón, esto no significa que se necesite un "núcleo europeo" para impulsar el proceso de integración, dijo Günter Grass en una entrevista con la radioemisora Deutschlandfunk. "Esa idea no me convence para nada" subrayó el escritor alemán y Premio Nobel de literatura.

Con estas declaraciones, Grass responde directamente a las ideas expuestas por el filósofo Jürgen Habermas quien, junto con su colega francés Jacques Derrida y un grupo de intelectuales europeos, emprendió una iniciativa que aboga por una nueva política exterior para Europa.

Habermas y Derrida, que lanzaron su iniciativa a través de las páginas de los diarios "Frankfurter Allgemeine Zeitung" de Alemania y "Libération" de Francia, consideran que justamente tras la guerra en Irak llegó el momento de redefinir el papel europeo en el mundo.

"Núcleo europeo"

El artículo de Jürgen Habermas, publicado a fines de mayo, desató una amplia discusión en Alemania sobre el futuro de la Unión Europea, su política exterior y, en consecuencia lógica, su relación con EE.UU. Concepto clave en la argumentación de Habermas es la idea de un "núcleo europeo", formado por aquellos países miembros de la UE que quieran adelantarse en el proceso de la renovación de la política exterior de Europa.

Juergen Habermas
Jürgen HabermasImagen: AP

"Adelantarse no quiere decir excluir. El núcleo europeo de vanguardia no puede consolidarse en una Europa diminuta; debe ser la locomotora", sostiene Habermas.

Este es precisamente el concepto al que ahora se opone Günter Grass. Los impulsos pueden venir de Alemania y Francia en esfuerzos comunes, dice el escritor alemán, "pero no tiene ningún sentido institucionalizar un "núcleo europeo" como fuerza innovadora".

Polonia frena

Grass se congratula de que la ampliación de la Unión Europea hacia el Este conlleve a un aumento de nuevas voces en Europa, a pesar que algunas de ellas puedan resultar incómodas. El escritor alemán se molesta especialmente por la postura "servil" de Polonia ante la política estadounidense en Irak. Grass identifica como razón para esa actitud la convicción errónea que fue EE.UU. el que liberó a Europa Oriental.

Sin embargo, Grass admite que "en el futuro discurso europeo habrá que escuchar más atentamente a esas voces del Este europeo". "El centro europeo no es París sino Praga", subraya Grass.

Grass aboga por reforzar el papel de la cultura en el proceso de la unificación. "La cultura es el elemento decisivo al constituir una conciencia europea", señala, añadiendo: "Hay que llegar a la certeza de que no tenemos una cultura europea uniforme, sino de que la riqueza de la cultura europea consiste precisamente en su variedad – y también en sus contradicciones."