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El baile de los vampiros

8 de septiembre de 2002

Vuelan de noche y parecen fantasmas. Pero no son fuente, sino víctimas de una amenaza: los murciélagos corren peligro de extinción. Este fin de semana se celebró el 6. Festival Internacional del Murciélago, en Berlín.

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Un murciélago lejos de Transilvania.

La ópera "El murciélago", de Johann Strauss, trata de enredos amorosos. La película "El baile de los vampiros", de Roman Polanski, cuenta las aventuras de dos cazadores de vampiros en Transilvania. Sin embargo, en el 6. Festival Internacional del Murciélago, que se celebró este fin de semana en Berlín, el tema central no fue el amor ni el horror, sino la protección de una especie zoológica fuertemente amenazada. Los murciélagos están en la "lista roja" de los animales en peligro de extinción. Ya no tienen lugar donde vivir porque escasean los biotopos o espacios vitales naturales.

Fantasmas ciegos

Los murciélagos existen desde hace 60 millones de años; en Alemania hay 24 especies y en el mundo aproximadamente mil. Asustan a mucha gente, sobre todo a los niños, porque parecen fantasmas cuando vuelan por la noche.

De hecho estos animales, que "ven" con las orejas y vuelan con las manos, no sirven para mascotas, como los perros y gatos. No invitan a acariciar, ya que tienen fama de vampiros. Aunque eso también es un mito: los murciélagos no beben la sangre de los seres humanos, sino de los animales. Además solamente hay tres especies que se nutren de los animales.

Murciélagos tropicales

Los que corren peligro son ellos. Por eso Berlín rindió homenaje este fin de semana a los murciélagos, en un festival patrocinado por el ministro del Medio Ambiente, Jürgen Trittin. 15 mil visitantes acudieron a la vieja ciudadela de Spandau, donde más de 35 instituciones para la protección de la naturaleza informaron sobre la vida de los mamíferos voladores nocturnos.

Además se organizaron dos exposiciones fotográficas dedicadas a los murciélagos que viven en los trópicos. Los visitantes pudieron ver también auténticos murciélagos vampiros, provenientes de Sudamérica. Y los niños esta vez tampoco tuvieron motivos para asustarse: incluso pudieron pintar a sus supuestos enemigos.

Concierto y baile

Esta fiesta insólita ofreció diversión para todos los visitantes. El sabado se estrenó el musical para niños "Sara y los murciélagos", protagonizado por los miembros del coro infantil de Sarrebruck. Por la noche animaron el encuentro un desfile de linternas en el parque de la ciudadela, un concierto de reggae y el tradicional baile de los vampiros. Entre los asistentes a la fiesta figuró también el ministro Trittin; una señal política de apoyo para los murciélagos y sus amigos.