El amor manda en Berlín

Tratando de cumplir su lema "el amor manda", el mayor desfile de música tecno del mundo, no sólo se caracterizó por la exuberancia de erotismo, sino también por un gesto de caridad. Conjuntamente con la Cruz Roja Alemana, los organizadores de la Love Parade recolectaron fondos para proyectos de reconstrucción en Irak. El principal disk-jockey (DJ), Paul van Dyk, se encargó de la colecta en nombre de todos los músicos.

Los muertos resucitan

Cientos de miles de aficionados a la música tecno desfilaron y bailaron por el parque central Tiergarten al ritmo de la música electrónica que resonó desde los altavoces de 28 carrozas musicales, en los que trabajaron unos 100 DJs. El evento logró irrumpir nuevamente con fuerza, demostrando que el espíritu del tecno sigue vivo y salvándole la vida a el desfile Love Parade. Quien sabe si el amor por la música tecno y el exhibicionismo continuará estando vivo durante mucho tiempo, pero los más de medio millón de personas que asistieron a esta edición la han salvado. Muchos auguraban que los días de la famosa fiesta estaban contados. El Desfile del Amor tuvo pérdidas el año pasado y dada la caída en el interés de la música tecno, podría dejar de ser rentable. Más de un millar de personas trabajaron para garantizar el buen desarrollo del desfile, en el que se invirtieron para esta edición 2003 alrededor de 1,5 millones de euros.

El Desfile del Amor, que comenzó cuatro meses antes de la caída del Muro de Berlín en 1989, alcanzó su máxima popularidad a finales de la última década cuando llegó a atraer a millón y medio de participantes como en 1999. Desde entonces el evento fue decayendo y el pasado año hubo menos de medio millón. En esta ocasión y según los organizadores del evento, asistieron 750 mil personas, la policía habla sin embargo de sólo medio millón. Sea cual sea la cifra real, este desfile tecno sigue siendo atractivo y ya se ha anunciado una nueva edición para el 2004.

El paraíso de los pinchadiscos

El festival multicolor siguió el recorrido habitual. Las carrozas de música partieron simultáneamente de la plaza de Ernst Reuter y la Puerta de Brandeburgo para concentrarse en torno a la Columna de la Victoria. Como novedad, este año el Tiergarten, el parque que rodea la avenida del recorrido, fue cercado por una valla de 4.600 metros para que no se pudiera vender bebidas en su interior. Ninguna novedad fueron las cerca de 120 toneladas de basura generada por los "ravers" de todo el mundo.

Entre los DJ que participaron estuvo el mexicano DJ Chrysler, que comentó lo impresionante que es pinchar ante más de 500.000 personas. La Love Parade sigue extendiéndose a otros lugares, entre los que destaca México, que ya va por la segunda edición y que, según DJ Chrysler, tiene tanto éxito como la de Berlín.