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EEUU elegido miembro del Consejo de Derechos Humanos

12 de mayo de 2009

Por primera vez EEUU fue elegido para ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, después de que Barack Obama revirtiera la política de su predecesor, George W. Bush, quien boicoteó el organismo.

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Obama despierta espectativas.Imagen: AP

Estados Unidos recibió 167 votos y fue elegido junto con Bélgica y Noruega para ocupar los tres lugares que le corresponden al llamado grupo Europa Occidental y Otros. Con 97 votos hubiera sido suficiente para que Washington conquistara un lugar en dicho gremio. Además de EEUU, otras 17 naciones fueron electas o reelectas, entre ellas China, Rusia, Cuba y Arabia Saudita, con frecuencia blanco de críticas en la materia. La votación tuvo lugar en el marco de una asamblea general de la ONU en Nueva York.

El Consejo de Derechos Humanos fue fundado hace tres años como organización sucesora de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Críticos recriminan que el organismo protege a países que violan los derechos fundamentales, como China, Rusia, Sudán y Cuba, y que en cambio es particularmente crítico con otras naciones como Israel. Veinte países competían por 18 lugares disponibles, de un total de 47 naciones que cuentan con voz y voto en el organismo de la ONU que tiene su sede en Ginebra, Suiza.

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La famosa marina del artista catalán Miquel Barceló, sobre la Sala XX, donde sesiona el Consejo de DDHH en Ginebra, Suiza.Imagen: picture-alliance / dpa

Altas expectativas

Las expectativas entre activistas de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales son grandes. “Esperamos que los estadounidenses impriman una nueva dinámica al organismo y un nuevo reconocimiento a los derechos humanos, especialmente por tratarse de un país que tiene que trabajar en las violaciones que ha cometido”, afirma Julie de Rivero, de la organización Human Rights Watch, en entrevista a la televisión alemana.

Después de la Administración Bush, Estados Unidos no es un ejemplo en materia de derechos humanos. Las violaciones cometidas en la cárcel de Abu Ghraib y en Guantánamo, son algunos ejemplos, sin considerar las irregularidades sufridas por inmigrantes en cárceles de EEUU. Además, en numerosos Estados de la Unión Americana sigue practicándose la pena capital. Ahora Washington tendrá que escuchar y aceptar las críticas internacionales por el pasado y trabajar en un nuevo perfil que le devuelva la credibilidad perdida.

El argumento de la Administración Bush para mantenerse alejada del Consejo fue su tradicional alianza con Israel. En los últimos 20 años Estados Unidos ha utilizado su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, mayoritariamente cuando consideró que se habían adoptado resoluciones unilaterales o injustas contra Israel.

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Guerra en la Franja de Gaza.Imagen: AP

Cambio en la política exterior

Con Obama, sin embargo, ha llegado un cambio en la política exterior estadounidense, que quiere revivir el proceso de paz en el Medio Oriente. Por primera vez una figura relevante de la Administración Obama, ha llamado a Israel una potencia atómica, algo que no se había visto nunca en ningún gobierno anterior. Fue ni más ni menos que la responsable de las conversaciones para el desarme, Rose Gottemoeller, quien exhortó a Israel a abrir su arsenal de armas atómicas y a suscribir el Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares, lo que para expertos significa la ruptura de un tabú.

No obstante, Wolfgang Heinz, experto en política internacional de seguridad en el Instituto Alemán de Derechos Humanos, opina que también en lo sucesivo, "cuando se adopten resoluciones relativas a Israel, Estados Unidos se pondrá de su parte". El entendido resalta que Estados Unidos está preocupado por la politización de los derechos humanos y porque el Consejo tienda a señalar siempre al mismo país, aludiendo a Israel.

El gobierno estadounidense enfrenta un complejo escenario, al tiempo que intenta restaurar la deteriorada imagen heredada de anteriores administraciones. Qué tan preparado está Washington realmente para conducir a un cambio, eso se verá en unos meses, cuando comiencen las sesiones del Consejo. Pero, desde ya, Heinz hace notar que incluso los países críticos hacia Estados Unidos consideran que es mejor tener a Washington en el mismo barco y poder discutir abiertamente con él en el seno del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.

Autora. Eva Usi/ Ulrike Mast-Kirschning

Editora. Emilia Rojas Sasse