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Ecuador a la deriva

22 de abril de 2005

La estrambótica manera como ha sido destituido el presidente de Ecuador, y el caos en las instituciones del Estado, son motivo de preocupación en los comentarios de la prensa europea.

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Las protestas acabaron derrocando a Lucio Gutiérrez.Imagen: AP

El diario español El País, escribe: “Una vez más es la batalla por el poder en un país desvertebrado el origen del nuevo paso atrás de Ecuador, donde ni el presidente derrocado, legítimamente elegido, ni la voraz clase política, notoria por su corrupción y oportunismo, están a la altura de las circunstancias. Una de las características más llamativas de la violencia acumulada en las calles de Quito es el utópico llamamiento de los manifestantes a librarse en bloque de un Congreso de clanes por el que no se sienten representados. Incluso a Palacio, un cardiólogo aparentemente comprometido con los más débiles, se le ha exigido también la renuncia inmediata".

"Lucio Gutiérrez, ex coronel golpista elegido en 2002 con el apoyo de la izquierda y los movimientos indígenas, prometió entonces un cambio radical. Pero la pobreza sigue instalada en la inmensa mayoría del país, pese a su condición de productor petrolífero y primer exportador mundial de bananas. Y la retórica aplastante de la clase dirigente, como en otras teóricas democracias latinoamericanas, no suple las necesidades apremiantes de millones de personas progresivamente descreídas. Ecuador no ha sido capaz, una vez más, de sostener unas frágiles instituciones, por lo demás subordinadas siempre a los militares, la catapulta decisiva”.

Nadie quiere estar en los zapatos de Palacio

El rotativo alemán Frankfurter Rundschau, señala: “Nadie quiere estar en los zapatos de Alfredo Palacio. El hombre, a quien literalmente le cayó la presidencia de la noche a la mañana. Como no está afiliado a ningún partido y ni tiene poder interno, su presidencia tiene una fecha de caducidad muy próxima. El aparato institucional en Ecuador es inestable, como lo muestra la serie de cambios presidenciales sucedidos en las últimas décadas. Es ahí donde hay que buscar el origen de la actual crisis: ¿que estabilidad puede tener un Estado que deja a los partidos políticos sus competencias?".

"Palacio está en buen camino cuando promete que reestructurará el Estado. ¿Pero puede hacer eso un jefe de Estado débil? En Bolivia el presidente Mesa, también sin partido y con una llegada similar a la presidencia, se enfrentó a una amarga oposición al intentar poner en marcha proyectos de reformas menos ambiciosos".

"Un 60% de los ecuatorianos son pobres, los más débiles poco se benefician de las exportaciones de banano y de petróleo. Los pobres casi simpre son de piel oscura y de facciones indígenas, en ese contexto la inestabilidad de las instituciones estatales no son el principal problema sino el síntoma. Los pobres apostaron hace dos años y medio por Gutiérrez y su programa de izquierda nacionalista. Pero han quedado amargamente decepcionados. Y la situación no promete un cambio favorable”.

Poco probable que Palacios resista

El periódico alemán Süddeutsche Zeitung, afirma: “La caótica situación en Ecuador que provocó la caída del presidente Lucio Gutiérrez y la designación de Alfredo Palacio como nuevo jefe del Estado ha dejado una estela de imágenes que parecen conocidas. Nuevamente miles de manifestantes han acorralado a un presidente fuertemente controvertido hasta lograr que fuera expulsado con pánico por el parlamento y nombrara a su vicepresidente como sucesor. Previamente Lucio Gutiérrez intentó defenderse con maniobras jurídicas e incluso declaró un estado de excepción".

"La situación en Ecuador es particularmente amenazante, incluso por su vecindad con un país en guerra civil como Colombia. Una y otra vez se intenta sustituir a un presidente sin fundamentos legales. A lo largo de siete años así han caído cinco jefes de Estado. Es muy poco probable que el nuevo hombre, Alfredo Palacio, resista el caos imperante”.