Ecocidio petrolero en el Golfo de México: ¿Cómo detenerlo?
2 de mayo de 2010
Las dimensiones del accidente superarían a las del Exxon Valdéz, frente a las costas de Alaska en 1989. La fauna y flora silvestres, así como la piscicultura están amenazadas. El actual derrame de crudo en el Golfo de México puede convertirse en "la mayor catástrofe ecológica de Estados Unidos y además en una económica", dijo el secretario estadounidense del Interior, Ken Salazar.
Mientras el presidente estadounidense Barack Obama inspeccionaba la zona, la pregunta más hecha es la de las responsabilidades: "Nuestro trabajo ahora básicamente es mantener una bota en el cuello de la petrolera británica British Petroleum (BP) para que asuma su parte de la culpa y así poder tomar las medidas financieras y jurídicas necesarias para detener el derrame", dijo Salazar al programa "State of the Union" de la televisión de Estados Unidos.
Once personas muertas y miles de damnificados en las costas
"No hay dudas" de que un mecanismo que evita que el crudo se filtre del pozo de BP es defectuoso, dijo Salazar y agregó que 100.000 barriles de petróleo diarios o más podrían derramarse, en el peor de los casos. El gigantesco derrame de petróleo en el Golfo de México podría superar los 4.600 millones de dólares para BP en gastos de contención y limpieza, de acuerdo a un reporte publicado.
Según el diario Daily Mail, la compañía de seguros Jupiter había traspasado parte del riesgo a otras grandes aseguradoras, como la Lloyd de Londres, y la suiza o alemana Rückversicherung. El diario británico Sunday Telegraph agregó, por su parte, que BP ha recibido varias advertencias de acciones legales tras la explosión inicial en la torre de perforación, donde 11 hombres murieron.
Quemar el carburante produciría más contaminación
Pero ¿qué hacer para detener los daños ecológicos que está causando el gigantesco derrame de combustible en el Golfo de México? Para el geoquímico alemán Lorenz Schark, profesor de la Universidad de Kiel, la solución, a largo plazo, más factible es la de "abrir y canalizar una salida paralela al tubo principal para restar presión y así llevar el crudo a la superficie". Una vez inducido el combustible a través de un tubo seguro, Schark, recomienda en diálogo con Deutsche Welle, algo que, a primera vista, se escucha muy simple: "tapar el orificio de escape con cemento".
La combustión del petróleo derramado en la superficie de las aguas del mar no es recomendada por Schrak, porque "generaría una contaminación ambiental que el viento llevaría a vastas regiones del continente y el mismo mar".
Accidente con características singulares
Una de las grandes complicaciones en este caso del Golfo de México es el derrame de crudo de la fuente petrolífera en el suelo marino a unos 1.500 metros por debajo del nivel del mar. Se trata, según expertos, de depósitos de petróleo cubiertos por una gran capa de sal. "Por debajo de esta capa la presión puede aumentar significativamente debido a la concentración de carbono, gases y sustancias liberados por la roca aumentando por ello su volumen. Así que una leve perforación de la capa protectora de la fuente puede disparar el crudo hasta la superficie", explica el geoquímico de la Universidad de Kiel.
A pesar de que la tecnología de explotación de crudo, tanto en altamar como en tierra, es hoy más avanzada que nunca, los sistemas de seguridad en plataformas de extracción no son infalibles. Esto aún cuando en los pozos modernos los sistemas de seguridad funcionan automáticamente. A juzgar por lo que se conoce públicamente, el profesor Lorenz Schark, aventura el diagnóstico de que "la causa del colapso de la explosión y el derrame masivo de petróleo se debió a fallas técnicas y no humanas". Para Schark, la pregunta clave será "¿por qué no funcionó el sistema de válvulas de prevención de explosiones." Algo que le parece extremadamente extraño.
Gusanos a la defensa del medio ambiente
Científicos alemanes tendrían la solución para inspeccionar tubos a los que ningún humano puede llegar y así evitar, probables tragedias como las causadas por oleoductos y gasoductos, pero también aplicables en cañerías municipales y sistemas de calefacción.
Especialistas y estudiantes de la Facultad de Técnicas para Maquinaria y Energía de la Escuela Superior de Leipzig (HTWK) desarrollaron un "gusano mecatrónico". Dirigido por el ingeniero Detlef Riemer, decano de dicha facultad, el grupo creó un sistema robótico que aprovecha la forma de locomoción de los gusanos para desplazarse por las más difíciles tuberías que transportan líquido.
Dicho "gusano" tiene un motor eléctrico que, igual que su minichip, puede ser dirigido desde una pantalla de contacto a control remoto. El gusano mecatrónico mide 40 milímetros y será aún más pequeño en la próxima generación. La idea es que también pueda circular por el sistema sanguíneo de los humanos.
En el Golfo de México el daño ya está hecho, ahora la lucha por sobrevivir la libran todos los seres vivos de la región.
Autor: José Ospina-Valencia
Editora: Claudia Herrera Pahl