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Dios, iglesias y constituciones

Luna Bolívar Manaut11 de septiembre de 2007

Así lo hubieran deseado los religiosos, pero en el preámbulo del nuevo Tratado de la Unión Europea no se hará referencia a Dios. DW-WORLD habló con las iglesias, y repasó las constituciones de los países comunitarios.

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"Ante Dios y la Humanidad": el canciller Konrad Adenauer firma la Ley Fundamental alemana, 1949.Imagen: AP
De un total de 27 Estados miembros, sólo cinco constituciones en la Unión Europea contienen una alusión directa a Dios. Una de ellas es la llamada Ley Fundamental alemana, cuyo preámbulo reza: “Consciente de su responsabilidad ante Dios y la Humanidad […], con el poder que le conceden sus fuerzas constitucionales, el pueblo alemán se otorga esta Ley Fundamental.”

La Iglesia evangélica alemana considera que una expresión similar hubiera podido tener cabida en el nuevo Tratado comunitario que en estos momentos se redacta para sustituir a la Constitución europea que no pudo ser.

Portrait Nikolaus Schneider
Nikolaus Schneider, presidente de la Iglesia evangélica en Renania.Imagen: DW/Luna Bolivar

“'Ante Dios y la Humanidad', dice nuestra Ley Fundamental: se fija un punto de referencia del que emana la legislación. Esta referencia a un Dios es aceptable para los musulmanes, y la duplicidad 'Dios y la Humanidad' permite que los no creyentes encuentren también su propia orientación. No debería menospreciarse lo importante que son los puntos de referencia para el desarrollo de las personas y de los Estados”, opina Nikolaus Schneider, presidente de la Iglesia evangélica en Renania.

Propuestas democristianas

Irlandeses, daneses, griegos y polacos cuentan igualmente en su ley básica con un llamado “nominatio dei”, el tecnicismo para designar la mención a Dios. En su día, los políticos democristianos alemanes defendieron que el Tratado europeo tomase como ejemplo a la Constitución polaca de 1997, cuyo preámbulo establece:

“Nosotros, la nación polaca, es decir, tanto los que creen en Dios como fuente de verdad, de justicia, de lo bueno y lo hermoso, como los que no comparten dicha creencia sino que extraen estos valores universales de otras fuentes […]”

Portrait Hubert Tintelott
Hubert Tintelott, portavoz del Comité Central de los Católicos Alemanes.Imagen: DW/Luna Bolivar

Polonia es un país muy influenciado por el catolicismo. En Alemania, los católicos reclamaron, igual que sus vecinos del este, la alusión a Dios en el texto comunitario. “Para nosotros, la mención a Dios tenía mucha importancia”, dice Hubert Tintelott, portavoz del Comité Central de los Católicos Alemanes. “La inclusión de Dios en el preámbulo [del Tratado europeo] habría dejado patente, que el hombre no puede permitirse hacer todas las cosas de las que es capaz, y que existen reglas que están por encima de los seres humanos y que facilitan su vida en común.”

Otra de las propuestas democristianas para salvar el “nominatio dei” en el controvertido preámbulo comunitario abogaba por hacer referencia a una cultura europea, herencia de “la filosofía grecorromana, el mensaje cristiano y los valores judeocristianos.”

Sin Dios pero con Iglesia

Die Russische Kirche in Sofia
“La religión tradicional de la República búlgara es la ortodoxa oriental”, dice la Constitución de Bulgaria.Imagen: DW

Sólo cinco constituciones europeas se dicen influenciadas por Dios. Lo que no significa que en los restantes documentos constitucionales del continente la religión no tenga su espacio. Más allá del preámbulo, la Ley Fundamental alemana habla de “comunidades religiosas”. En algunos países europeos, estas comunidades reciben un nombre propio, y con él, una posición privilegiada ante quienes no son designados.

“Todas las confesiones religiosas son igualmente libres ante la Ley”, asegura el artículo 8 de la Constitución italiana. Sin embargo, uno de sus apartados especifica que: “las confesiones derivadas del catolicismo tienen derecho a organizarse en función de sus propios estatutos, siempre y cuando, éstos no entren en conflicto con la legislación italiana”.

Pese a que la religión no aparece mentada en el preámbulo de la Constitución española de 1978, el artículo 16 de este documento estipula: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” Está la Iglesia Católica y están las “restantes confesiones”: una pequeña pero apreciable diferencia.

El laicismo como doctrina de Estado. ¡Siga leyendo!

El laicismo como doctrina de Estado

La bandera del laicismo absoluto en Europa la enarbola Francia. “Libertad, igualdad y fraternidad” encarnan, describe el preámbulo en la Constitución gala, “el ideal común de los franceses”. Dios no encuentra aquí lugar. Y ya desde el primer artículo se deja claro que “Francia es una república indivisible, laica, democrática y social.”

Rudolf Ladwig
Rudolf Ladwig, presidente de la Alianza Internacional de No Creyentes y Ateos.Imagen: IBKA/Rudolf Ladwig

“¿Por qué habría de incluirse una mención a Dios en el Tratado de la UE?”, se pregunta Rudolf Ladwig, presidente de la Alianza Internacional de No Creyentes y Ateos. “La UE es una institución secular y debe ser ideológicamente neutral. También quienes no creen en Dios tienen derecho a sentirse a gusto dentro de la Unión, por lo que no se les debería obligar a aceptar ningún tipo de terminología religiosa. Cualquier tratado internacional es secular.”

Otro país que se dice laico llama desde años a la puerta de Europa: Turquía. El preámbulo de la Constitución turca dictamina que “los sagrados sentimientos religiosos, según exige el principio del laicismo, no deben mezclarse de ningún modo con la política del Estado.”

Sin embargo, el islam ocupa una posición destacada en la sociedad turca. El laicismo aquí es diferente al que se defiende en Francia: no se trata de una separación absoluta de religión y Estado, sino de un control de la religión por parte del Estado, para lo que la Constitución reguló en su artículo 136 la creación de un “Presidio para las Cuestiones Religiosas”.

Portrait Aiman A. Mazyek
Aiman A. Mazyek, secretario general del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania.Imagen: DW/Luna Bolivar

“También Turquía acepta que la religión ocupe un lugar en su Constitución”, dice Aiman A. Mazyek, secretario general del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania. Los musulmanes germanos apoyaron la mención a Dios en la nueva legislación comunitaria, y hoy se sienten decepcionados de que los grupos cristianos con su potente lobby europeo no hayan logrado imponer la alusión.

“En Europa hay muchos sistemas diferentes. Decir que porque los franceses tienen un sistema laico no se puede hablar de Dios en el Tratado de la UE me parece muy poco lógico. En la Constitución alemana hemos incluido una mención a Dios sin que ello suponga poner en entredicho la secularidad o el laicismo del Estado”, comenta Mazyek.