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¿Cómo sigue el proceso de Kosovo?

25 de octubre de 2004

La prensa europea se ocupa hoy de las elecciones en Kosovo, celebradas el sábado, de las que la minoría serbia se mantuvo mayormente alejada.

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Familia kosovar albanesa va a votar.Imagen: AP

El diario NEUE ZÜRICHER ZEITUNG, de Zúrich, escribe: "La tranquilidad con que se llevaron a cabo las elecciones para el Parlamento de transición en Kosovo no razón alguna para estar satisfecho. El gran número de fuerzas de seguridad internacionales, expertos y observadores cumplió su misión, pero un futuro normal de Kosovo sigue sin estar a la vista, tampoco después de estas elecciones. ¿Por qué? Los puntos de vista acerca de quién debe ejercer el poder en el actual protectorado de la ONU siguen tan divergentes como anteriormente. Ninguno de los partidos políticos parlamentarios de los albanos de Kosovo ve otra opción que una independencia total y dentro de poco. (...) En esas circunstancias, la idea de llevar adelante negociaciones serias acerca del futuro de Kosovo dentro de nueve meses es poco realista."

Sociedad multiétnica: una utopía


Por su parte, el diario ABC, de Madrid, escribe: "Las elecciones celebradas en Kosovo han confirmado que la idea de una sociedad multiétnica sigue siendo una utopía. Albaneses y serbios han demostrado que no quieren vivir juntos y todo indica que las cosas han de cambiar mucho en los Balcanes para que eso sea posible. Aunque los comicios son siempre un buen signo, aun yendo a las urnas (o, mejor dicho, ignorándolas), la comunidad serbia ha querido enviar el mensaje de que no se sienten comprometidos con el camino que intuyen para el futuro de esta disputada región.

Los partidos albaneses han repetido los resultados de 2001 y ahora el Parlamento recibe el encargo de emprender el difícil camino de hallar una solución para Kosovo, teniendo en cuenta que el margen de maniobra es delicado en esta atormentada región, donde todos los pueblos acaban siendo sucesivamente víctimas y verdugos. No son pocos los que creen que la independencia provocaría un nuevo efecto dominó de efectos devastadores sobre la estabilidad de Macedonia, Bosnia y la misma Serbia, donde podríamos ver a las fuerzas oscuras del pasado ultranacionalista imponiéndose sobre las aún frágiles filas de los demócratas. Pero si tanto los serbios como los albano-kosovares no ponen algo de su parte para demostrar que hay alguna esperanza, la única salida acabará siendo la división territorial y política de las dos comunidades.

Los líderes serbios y albano-kosovares deberían comprender que la única opción es negociar qué están dispuestos a ceder, antes de arriesgarse a perderlo todo en una nueva erupción de violencia. Serbia no podrá volver a gobernar en Kosovo tal como ha hecho históricamente, pero el sueño de absoluta independencia de los albano-kosovares no garantiza la estabilidad a la zona. Entre un punto y otro, la UE debería ayudar a ambos a encontrar una fórmula que al menos sea aceptable por la mayoría de las comunidades".

Algo más realista

El diario DANAS, del Belgrado, opina: "El boicot serbio a las elecciones en Kosovo dañará probablemente a los propios serbios y despertará las iras de la comunidad internacional. La disconformidad de los serbios con la administración de la ONU es comprensible, pero a menudo se olvida que las Naciones Unidas se hallan en Kosovo porque antes los albaneses habían sido víctimas del terror. La violencia aún no ha terminado y en la región nadie vive seguro. Quizás ello cambie cuando los líderes albaneses ofrezcan a un no despreciable segmento del electorado algo más realista. Ello daría pie a un proceso de reconciliación que en este momento parece una utopía."

Ambos quieren ser ciudadanos de la UE

El periódico SALZBURGER NACHRICHTEN, de Austria, escribe: "En Kosovo es votó pacífica y ordenadamente. Ésa es la buena noticia. La minoría serbia permaneció al margen. Ésa es la mala noticia. Ello demuestra que, cinco años después de la guerra, aún no existe un sentimiento de comunidad en Kosovo que abarque a todos los grupos étnicos. (...) No existirá consenso tampoco a largo plazo en relación con una "sociedad kosovar" integrada. Por el contrario, lo probable es que ahora Belgrado redoble sus actividades como defensora de los serbios de Kosovo. Y sin Belgrado, la cuestión de Kosovo no se podrá resolver. Si bien no la meta está aún poco clara, no así la senda. Ésta debe pasar por conversaciones tripartitas entre Pristina, Belgrado y la comunidad internacional. En ellas, la UE debe desempeñar un papel importante. Pues en una cosa están de acuerdo albaneses y serbios: ambos grupos quieren ser ciudadanos de la Unión Europea".