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Autopistas alemanas: veloces y letales

José Ospina Valencia3 de febrero de 2004

Aunque en Alemania ha crecido el número de automóviles, disminuyen las muertes por accidente. Aún así, en las vías alemanas mueren 18 personas al día. Lo que para unos es "puro horror", para otros es "puro placer".

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Autopista A20 a Rostock: la muerte en caballos de fuerza.Imagen: AP

Las autopistas alemanas son las vías más veloces del mundo. En Alemania no hay límite de velocidad, excepto en tramos que por seguridad obligan a quitar el pie del acelerador. La velocidad promedio es de unos 100 kilómetros por hora y no hay pocos que "vuelan" hasta levantar la aguja del tacómetro a los 200, 240 ó hasta donde la capacidad del auto pueda dar. Esos "pilotos aficionados" son los que, en el mejor de los casos, van por el carril interno de los tres que, por lo general, tienen las autopistas alemanas en cada una de las direcciones.

Buenas y malas noticias

Siendo Alemania uno de los países con las reglas de tránsito más severas en sus carreteras mueren miles de personas cada año. La última buena nueva del Instituto Federal de Estadística es que en 2002 "sólo" fallecieron 6.842 viajeros. Pero la verdadera noticia positiva es que las muertes accidentales en las autopistas alemanas se redujeron en 22 años en un 55%. Esto quiere decir que en 1980 aún morían en las carreteras una 15.050 personas. El número de heridos también se ha reducido. En el mismo período de tiempo el porcentaje de heridos bajo en 12% , o sea de 412.672 en 1980 a 362.054 en 2002. Pero mientras hay menos muertes en autos, el número muertos por accidentes de motos asciende. Según cifras de Autoclub (ACE), durante el pasado verano murieron 960 jóvenes involucrados en accidentes de motos. Un 5% más que en 2002.

Cuádruple riesgo

"Seis mil ochocientos cuarenta y dos muertos son seis mil ochocientos cuarenta y dos muertos de más", dice la dirección del Club de Tránsito Alemania (VCD) que ha declarado la política vial del Gobierno de Schröder como "fallida" y exige "un cambio radical de todas las estrategias de seguridad". Los argumentos de los críticos adquieren cierto fundamento cuando se comparan las cifras dentro de la misma Europa. Es cuatro veces más factible morir en una carretera alemana que en una danesa o finlandesa.

Reisebus
Imagen: AP

Protección para todos

Esto ha llevado al director del VCD, René Waßmer, a afirmar que "si se tomara en serio el derecho a la integridad, sólo habría una cifra aceptable de muertes en las vías y esa es cero". Waßmer considera que los riesgos se reducen sólo con la aplicación de un concepto integral que contemple límites de velocidad, glorietas a cambio de cruces, así como nuevas licencias de circulación para los autos que cumplan con la prueba europea de choque "EuroNCap" que protege, tanto a viajeros como a peatones. El llamado "Masterplan Vision Zero" prevé también mejorar la seguridad de ciclorutas. En Suecia, Suiza y Holanda se viene implementando este plan con éxito.

Investigación en favor de la seguridad

El consorcio alemán Daimler Chrysler está desarrollando un sistema electrónico de identificación de peatones u obstáculos en las calzadas. En otros laboratorios alemanes se están probando otros tipos de carrocerías y tipos de vidrio irrompibles. En los talleres de Ford Alemania de Colonia, se ensaya actualmente un "capot" plegable que amortigüe como una especie de "air bag" la colisión con un peatón. La producción de dispositivos de bloqueo de marcha para que los autos no puedan ser movidos si no se tienen los cinturones de seguridad ya se adquiere en serie. El VCD cuantifica las pérdidas económicas causadas por la alta accidentalidad en Alemania en unos 36.000 millones de euros anuales.

El placer de correr

Hockenheim
Formel1 Wagen gespiegelt in SonnenbrilleImagen: AP

A pesar de todo, muchos disfrutan de esa sensación de libertad que algunos afirman experimentar cuando conducen a altas velocidades. El correr por las vías alemanas es incluso, una atracción turística para algunos estadounidenses, canadienses o japoneses que no pueden hacer lo mismo en sus países. Por eso hay extranjeros que vienen a Alemania, exclusivamente a correr por sus carreteras. Llegan, se bajan del avión, se suben a un buen auto de alquiler y parten o, más bien "despegan", a recorrer cientos de kilómetros. La meta no importa, lo importante es conducir a altas velocidades.