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Así funciona una instalación solar

24 de febrero de 2010

Las instalaciones solares utilizan la radiación del sol para producir energía solar. En la actualidad, la mayoría de centrales en funcionamiento son instalaciones fotovoltaicas y termosolares.

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Con células solares como ésta se produce electricidad en centrales fotovoltaicas.Imagen: Q-Cells

Hay que distinguir dos tipos de centrales energéticas en función de cómo se produce la transformación de la energía solar en electricidad:

1. Centrales fotovoltaicas o de células solares

2. Centrales termosolares o de calor solar

1. Centrales fotovoltaicas o de células solares:

Solarkraftwerk eingeweiht Ein Techniker kontrolliert am Dienstag, 21. Aug. 2007, Solar-Module im Solarkraftwerk Brandis bei Leipzig
La central solar Brandis, en Leipzig, debe producir alrededor de 40 millones de kilovatios hora de electricidad limpia al año.Imagen: AP

La fotovoltaica es una técnica que permite producir electricidad directamente de la luz del sol a través de células solares. Unas células que, en la mayoría de los casos, están hechas a base de silicio, extraído de la arena de cuarzo.

Así funciona el principio fotovoltaico: la luz del sol irradia sobre una célula de material semiconductor (silicio), generando una tensión eléctrica. La intensidad de la corriente aumenta con el tamaño de la superficie y la iluminancia.

La producción de electricidad por medio de instalaciones fotovoltaicas es significativamente menos contaminante que, por ejemplo, la generada a partir del carbón. En contra juega, sin embargo, el largo intervalo de tiempo necesario hasta que una instalación fotovoltaica ha producido la cantidad de energía que se necesitó para generarla. Como norma general, se requieren varios años.

2. Centrales termosolares o de calor solar:

Este tipo de central produce calor a través de la concentración de la radiación solar. El calor generado forma vapor de agua, que sirve para impulsar una turbina que, a su vez, mueve un generador eléctrico. Hay tres tipos de instalaciones termosolares:

Tipo A: Consiste en la concentración, en una determinada área ("granja solar"), de numerosos colectores o espejos cóncavos. Su cometido es calentar un aceite especial hasta temperaturas cercanas a los 400 grados centígrados. Dicho aceite se centraliza con el objetivo de convertir agua en vapor.

Tipo B: Las denominadas centrales de concentración en torre. En dichas centrales se concentran numerosos heliostatos (espejos casi planos que siguen el movimiento del sol) que multiplican la radiación solar sobre la cúspide de una torre para que las temperaturas generadas -de hasta 1.000 grados centígrados- sean aprovechables para la producción de vapor.

Solarturmkraftwerk Jülich
Central termosolar en Jülich: más de 2.000 espejos móviles concentran la radiación solar en un receptor situado en la cúspide de una torre de 60 metros de altura.Imagen: DLR

En la ciudad alemana de Jülich, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, funciona de forma experimental una central termosolar de concentración en torre. En una superficie de alrededor de 18.000 metros cuadrados, más de 2.000 espejos capturan la luz del sol y la proyectan sobre una torre de 60 metros de altura coronada por un receptor que concentra la radiación solar. La luz enfocada hacia el receptor calienta el aire hasta temperaturas de 700 grados centígrados. El calor se acumula en una caldera y es utilizado para generar electricidad a través de una central de vapor de agua.

Las centrales termosolars con colectores se han mostrado capaces de superar condiciones adversas, como las existentes en el desierto de Mojave, en California. Allí han superado tormentas de arena y granizo e incluso ciclones.

Tipo C: En el fondo de lagunas de agua salada, se pueden alcanzar temperaturas de hasta 85 grados centígrados, una circunstancia que en Israel se utiliza desde 1984 para la producción de electricidad.

Autor: Martin Schrader
Redacción: Emili Vinagre