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Asalto a Ceuta: «tragedia que no debe repetirse»

30 de septiembre de 2005

La prensa europea comenta hoy los trágicos sucesos frente a la valla que separa Ceuta de Marruecos, en que cinco personas murieron al intentar superarla.

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Inmigrantes africanos en Melilla: la mirada puesta en Europa.Imagen: AP


El diario NÜRNBERGER ZEITUNG, de Núremberg, dice: «La pobreza, sobre todo en el sur de África, empuja a cada vez más seres humanos hacia el borde norte del continente, en búsqueda de refugio en Europa. Pero países como España e Italia han sido dejados en Europa solos con el explosivo problema. Sólo en vista de los recientes sucesos madura la idea de que en los países de Magreb es necesaria una política coordinada con respecto a los refugiados».

«Reina la pura angustia»

IL MESSAGGERO, de Roma, escribe: «En su desesperación, los africanos que intentan entrar en Ceuta están dispuestos a sufrir heridas, dejarse aporrear e incluso morir, por el sueño de poner un pie en la rica Europa. O en uno de sus cuartos traseros en el Magreb. España, el país europeo afectado directamente por el problema, no logra imponerle a la Unión Europa una corresponsabilidad en la solución del problema. Sin mucho éxito intenta también lograr el apoyo de un mayor número de unidades de vigilancia marroquíes. Mientras tanto, en Melilla reina la pura angustia».

«Necesaria es una política europea coordinada»

El diario MÄRKISCHE ODERZEITUNG, de Fráncfort del Oder, opina: «Necesaria es una política europea coordinada en relación con los refugiados. En esa política deberá tenerse en cuenta también la ideal del ministro del Interior alemán, Otto Schily, de crear centros de recepción de refugiados en el norte de África. No obstante, necesario es acompañarlo también con ayuda económica para África, para proporcionarle perspectivas a los seres humanos en sus mismos países».

«España no está actuando unilateralmente»

EL PAÍS, de Madrid, editorializa: «España no está actuando unilateralmente. La decisión marroquí de enviar 1.600 efectivos más a vigilar las fronteras con Ceuta y Melilla es un reflejo de la cooperación que quedó plasmada ayer en la cumbre bilateral en Sevilla. Sin embargo, es igualmente preocupante que estos agentes marroquíes no estén tampoco suficientemente formados para acciones de antidisturbios ni dispongan del material necesario. Debe aclararse rápidamente de dónde procedían los disparos que causaron la muerte a los cinco subsaharianos que perecieron cuando trataban de saltar la valla de Ceuta. Y, más allá de los convenios firmados, es necesario que Europa se vuelque mucho más en ayudar a Marruecos y a otros países a frenar este flujo masivo de inmigración ilegal en sus fronteras exteriores.

En todo caso es perentoria la colaboración entre los dos países en todos los órdenes, pero especialmente en la lucha contra la inmigración ilegal, con un control conjunto 'determinado y firme' como anunció ayer Zapatero. La nueva Ley de Defensa, que aún no está en vigor pero que acaba de aprobar el Congreso, no obliga al Gobierno a consultar y pedir la autorización parlamentaria para este tipo de despliegues. Pero Zapatero debe dar urgentemente una explicación detallada de lo ocurrido, de la decisión de enviar tropas a Ceuta y Melilla y de las medidas adoptadas para que tragedias como ésta no vuelvan a repetirse».