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Alemania y el mundo árabe

3 de enero de 2003

EE.UU. es el factor determinante en el mundo árabe. Las relaciones alemanas con la región tienen sobre todo relevancia económica y no política, aunque Berlín ha ganado simpatías con su rechazo a la guerra contra Irak.

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El rey Abdullah II de Jordania, junto al canciller Schröder, en Berlín, en octubre.Imagen: AP

Fue Estados Unidos el que anunció en el 2002 su consentimiento a la instauración de un estado palestino dentro de tres años. Pero, a juicio del rey Abdullah II de Jordania, ello no se habría logrado sin la presión de los europeos. Europa, y por ende Alemania, participa activamente en el proceso de paz, gracias a la inclusión de la UE en el llamado "Cuarteto del Medio Oriente".

Preponderancia económica

Sin embargo, las relaciones germano-árabes son de naturaleza preponderantemente económica. En el 2000, las exportaciones alemanas a la región se elevaron a una cifra récord, cercana a los 16.500 millones de euros, lo cual representó un aumento del 16% con respecto al año previo. Desde entonces la tendencia ascendente se ha mantenido, aunque con un ritmo más moderado. En el 2001 Alemania vendió productos por un monto aproximado de 19 mil millones de euros y en el primer semestre del año que acaba de terminar se alcanzaron ya los 9 mil millones.

En el 2001, Israel dejó de ser el principal receptor de los productos germanos en la zona. Por primera vez se vendieron más bienes a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, países que se han convertido en los principales socios comerciales árabes de Alemania.

Dado que el petróleo sigue siendo la mayor fuente de ingreso de la región, no es de extrañar que el grueso de las importaciones lo configuren plantas industriales para la producción petroquímica, o por sistemas para la construcción de oleoductos. Una empresa franco-germana, por ejemplo, vendió en los últimos años 1,3 millones de toneladas de tuberías de acero al Cercano Oriente. La cantidad alcanzaría para construir un oleoducto de 3.200 kilómetros. También algunos fabricantes de bienes de consumo han hecho buenos negocios con los países del área, especialmente los del ramo automotriz.

Creciente importancia

Puede que estas cifras parezcan altas, pero no lo son proporcionalmente. Del total de las exportaciones alemanas, sólo poco más de un 2% van dirigidas al mundo árabe. En el caso de las importaciones, la situación no difiere mayormente.

Aun así, las cámaras de comercio germano-árabes ven en los países de la región a socios de creciente importancia, que a menudo ofrecen buenas condiciones para efectuar inversiones. Por otra parte, muchos árabes esperan atraer inversionistas de Alemania y el resto de Europa. "Queremos lograr un status de libre comercio pleno con la Unión Europea cuanto antes", señaló el rey Abdullah II de Jordania, durante una reciente visita a Berlín.

Actualmente muchas cosas están estancadas en el mundo árabe. Tanto los estados y empresarios de la zona como sus socios comerciales extranjeros aguardan a ver cómo se decanta la crisis iraquí. Y si Alemania, en su nueva calidad de miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, aprueba a fin de cuentas una intervención militar contra Bagdad, se esfumarán las simpatías cosechadas por el canciller Gerhard Schröder con su oposición a la guerra.