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"Agencia europea anti-inmigración ilegal"

12 de noviembre de 2003

La Comisión Europea aprobó el proyecto de la Agencia Europea para el Control de Fronteras Exteriores. Este nuevo organismo tratará de unificar las políticas sobre inmigración de los países miembros.

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Buscando el bienestar a través de la frontera.Imagen: AP

El nuevo proyecto presentado y aprobado por la Comisión deberá estar operar a partir del 2005 para coordinar los esfuerzos de la comunidad en la lucha contra la inmigración ilegal. La agencia será la responsable de gestionar y controlar las fronteras entre la UE y terceros países por tierra , mar y aire.

Competencias teóricas pero sin fuerza bruta

Según se regula en el proyecto, el personal responsable de fronteras no está legitimado para tomar medidas represivas y no serán los que efectúen los controles en las fronteras. Este nuevo organismo tan sólo es una institución europea que intentará coordinar y aunar los esfuerzos que individualmente hace cada país. La agencia ayudará a los países miembros a aplicar la legislación comunitaria en las fronteras exteriores y en la repatriación de los que entren ilegalmente en el territorio de la Unión. También estará bajo su competencias la formación de los agentes de fronteras, las evaluaciones del riesgo y las acciones de seguimiento de la vigilancia en los límites de la UE.

En el proyecto presentado se ha contado ya con los nuevos limites de la Unión Europea tras la incorporación de los 10 nuevos miembros que a partir de 2004 se adhieren a la Unión.

El proyecto tiene que pasar todavía por la aprobación del Consejo de Ministros y posteriormente al Parlamento Europeo, por lo que puede demorarse hasta 2004, cuando la entrada de los nuevos países ya sea un hecho.

Posibles sedes

Grenze zwischen Spanien und Marokko
Imagen: AP

De momento, y a la espera de cambios de última hora, el proyecto contempla que la sede principal se quede en Bruselas y el presupuesto inicial que se calculó es de 40 millones de euros. El proyecto planea que aparte de la oficina central de Bruselas, el centro de fronteras terrestre esté en Alemania, el aeroportuario en Italia y el marítimo se divida entre la parte oriental con sede en Grecia y la parte occidental con sede en España. También se prevén otros centros de asistencia técnica como el de entrenamiento en Austria, el de análisis de riesgo en Finlandia y el de Tecnología en el Reino Unido

El proyecto es parte de un paquete de medidas que la Unión Europea quiere fomentar para dar un nuevo rumbo a las políticas sobre inmigración y asilo, que están entre las menos desarrolladas por la UE. El control de las fronteras es un requisito previo para crear un área de libertad, seguridad y justicia en el seno de la Unión.

Situación actual

Gefahrenschild vor dem Eurotunnel in Sangatte, Frankreich
Danger Anti-Intrusion System" sign on fence surrounding Eurotunnel tracks, Sangatte, FranceImagen: AP

En lo últimos años, la inmigración se ha convertido en un problema preocupante dentro de las fronteras de la Unión. Especialmente resalta el caso de Grecia, España e Italia que tienen que luchar contra este fenómeno casi en la totalidad de su límites territoriales.

Actualmente se calcula que la UE tiene 18 millones de inmigrantes "legales", y otros 3 millones de clandestinos, que aumentan a razón de medio millón por año. La cifra no es tan grande en comparación con EEUU o Canadá. La Unión Europea necesita de la ayuda de los inmigrantes pero los gobiernos se muestran reacios a admitir inmigrantes y ponen límites y cupos anuales. En un informe de las Naciones Unidas (Replacement Migration: Is it a Solution to Declining and Ageing Populations?) se muestra que, si no hay cambios en la situación actual, la población de la Unión Europea disminuirá, entre el año 2000 y 2050, en un 12%, o sea, 44 millones de personas. El cambio será más duro en algunos países, especialmente en Italia que experimentará un declive del 28%. Para solucionar el envejecimiento serán necesarios más de 40 millones de inmigrantes si Europa quiere mantener la economía y que sus ciudadanos cobren la jubilación.

Los gobiernos de la Unión tienen miedo a adoptar estas medidas y admitir más inmigrantes que causarían más problemas en el ya debilitado mercado laboral. Muchas economías dependen de los trabajadores temporeros, vienen desde los países del este o del Magreb a trabajar en la cosecha y en las tareas que los europeos ya no consideran dignas de su rango. Sin embargo y pese a la necesidad, la barrera de Europa sigue vigente