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Escritores perseguidos

12 de octubre de 2002

La censura política y la persecusión de autores aumentó considerablemente en amplias regiones del mundo. El comité ‘Writers in Prison’, advierte que la libre expresión ha sido reprimida brutalmente.

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Un mapamundi muestra los retratos de dictadores en el mundo.Imagen: AP

El balance es devastador. Durante la primera mitad del 2002, el número de casos de escritores asesinados y perseguidos aumentó en un 26%, con respecto al mismo período del año pasado, hasta alcanzar los 887 casos, según el reporte del comité ‘Writers in Prison’, del Centro PEN alemán.

Entre los casos registrados por el Centro, se encuentran 16 periodistas y escritores asesinados, 15 desaparecidos y 126 encarcelamientos ilegales. A un total de 364 escritores se les enjuicia por razones políticas, mientras que un total de 31 fueron puestos en libertad. Las cifras representan los peores resultados registrados jamás.

La dramática situación es una consecuencia de los atentados del 11 de septiembre, según Karin Clark, del Centro PEN alemán. "Es el resultado de un aumento a la censura tras los atentados terroristas. Sin embargo, lo que provoca alarma es que entre los represores no se encuentran únicamente los países que tradicionalmente se oponen a la libre expresión, como Irán, Irak, Turquía, China, Vietman, Algeria, Sudán, Zimbabwe y Colombia, sino ahora la represión se observa en las llamadas democracias occidentales.

La peor situación en África

La situación más dramática se observó en el continente africano –advirtió Karin Clarke-, mientras que el año pasado se registraron 240 casos, éste año la cifra aumentó a 340, un ascenso del 30%. Pero el fenómeno también se observó en el continente americano, donde el número de casos de periodistas y escritores perseguidos aumentó de 68 a 125, casi el doble. Notable resulta el hecho de que en China y en Tunesia, los escritores y periodistas que publican en internet, sean los que más sufren casos de represión.

El Comité PEN internacional fundó una red con la que apoya a escritores amenazados y los ayuda a entrar en el programa ‘escritores en exilio’. Este programa es apoyado por otras secciones del Comité internacional, como el Centro alemán. Precisamente durante el nazismo la literatura alemana quedó marcada por una experiencia histórica, muchos autores huyeron al exilio y eso explica el alto grado de compromiso. El centro PEN alemán financia actualmente seis becas al año. Están a disposición de todo escritor perseguido en su propio país, que se vea obligado a buscar refugio en el extranjero.

Becas para escritores perseguidos

Los fondos fueron financiados por el gobierno alemán, tras iniciativa del entonces ministro de Cultura, Michael Naumann. Uno de los actuales beneficiarios es el ruso Sergei Solovkin, quien tuvo que abandonar Rusia por haber criticado abiertamente la corrupción en los órganos legislativo y ejecutivo.

"La antigua Unión Soviética sigue siendo una potencia represora contra quienes ejercen el oficio de la pluma", dice Solovokin. "Por ventilar la verdad ya no es uno encerrado en un manicomio o enviado al Gulag, como en la era soviética. Uno puede escribir libremente y denunciar a quien sea. Pero hay que tener muy presente, que en caso de tener buena puntería y poner en peligro la carrera o el bienestar de los poderosos, se convierte uno mismo en el blanco de los tiros, yo lo viví en carne propia", asegura el periodista.

Claudia Anthony nació en Sierra Leona, y se unió a la cobertura crítica sobre la escalada de violencia que asola a su país desde hace años. En 1999, la fundadora, editora y directora ejecutiva de la revista ‘Tribuna del Pueblo’, presenció como unos hombres irrumpieron en la redacción armados con machetes, quemaron los ejemplares de la revista e intentaron cortarle la pierna a su padre delante de ella. Las heridas le provocaron la muerte y ella decidió emigrar a Alemania.

"Para mí, dice Anthony, cualquier lugar del mundo en donde duerma, es mi casa. Este fue el primer estímulo para aprender la lengua alemana y estudiar su cultura. Cuando PEN se enteró de mis dificultades, se hizo cargo de los costos de mi estancia y de los gastos de mis estudios".

El reporte del Centro PEN alemán sobre la persecución mundial, es un llamado de auxilio a otros países a integrarse al programa ‘Writers in exile’ o apoyarlo financieramente.