Leche y exportaciones, por las nubes en Alemania

La noticia deja un sabor de boca amargo. A partir de septiembre, los productos elaborados a base de leche sufrirán un nuevo incremento para el consumidor residente en Alemania. El queso costará hasta 15 por ciento más caro, mientras que el precio del requesón se incrementará hasta un 53 por ciento. Medio kilogramo de este derivado costará 75 centavos de euro en lugar de los 49 actuales.

“Acostúmbrense”

La ola de aumentos causó indignación. Aunque las cantidades no lucen impresionantes a primera vista, se trató del segundo aumento en los precios de los lácteos en unas cuantas semanas. El presidente de la Federación de Campesinos, Gerd Sonnleitner, considera que no hay motivo para alarmarse: “Se arma un alboroto por el solo hecho de que los precios se ubicaron al mismo nivel de hace 20 años”, dijo. Pero también agregó: “Los usuarios deben acostumbrarse a que aumenten los precios”. Para muchos, esto sonó como una malévola profecía.

Entonces entran a la discusión los economistas. Algunos como Matthias Rubisch, citado por el diario Die Welt, aseguran que estos aumentos no repercutirán en los niveles inflacionarios de la economía alemana.

Otros análisis consideran que, en efecto, los precios de estos productos aún son bajos en Alemania, en comparación con algunos de los países vecinos. Un litro de leche cuesta actualmente 62 centavos en Alemania, mientras que en Inglaterra el precio se ubica en 80 centavos. En Bélgica cuesta 75 centavos de euro.

Alza extraordinariamente fuerte

No obstante, los aumentos en los precios de los productos lácteos en Alemania han sido fuertemente criticados, aún dentro de Europa. La Comisión Europea consideró que se trata de un incremento “extraordinariamente fuerte”. Tambien se puso a discusión el sistema europeo de cuotas que expira en el año 2015. La comisaria europea para Asuntos Agrarios, Mariann Fischer, dijo que en los próximos años podría establecerse un sistema transitorio que podría contemplar la eliminación de dichas cuotas.

Hasta el momento, los productores tienen un tope establecido; si lo rebasan, se les impone un pago extraordinario que hace incosteable la producción.

El precio de las exportaciones

Quizá lo que más llama la atención es el argumento mediante el cual se producen estos aumentos. Hace días, la industria alemana de este sector anunció que nunca antes se habían producido tantas exportaciones de lácteos como en la actualidad. La demanda trajo consigo un uso adicional de energía y, en consecuencia, incrementos en los costos.

Así que en este caso, el éxito exportador de Alemania provocó un efecto inesperado. Las consecuencias habrá de pagarlas, literalmente, el consumidor en este país.