¿Dónde se vive mejor en Alemania?
19 de agosto de 2007
Las comparaciones suelen resultar odiosas. Sin embargo, hay parámetros objetivos que permiten determinar la calidad de vida en determinados lugares. Eso es lo que se propuso hacer la Fundación Bertelsmann mediante un estudio sobre los distintos estados federados alemanes, cuyos resultados acaban de darse a conocer. De acuerdo con los datos allí expuestos, Baviera y Baden-Württemberg ocupan los primeros lugares en cuanto a seguridad.
En lo tocante a empleo e ingresos, el campeón es Hamburgo. Aunque también Baviera destaca en este aspecto positivamente, el puerto hanseático sigue siendo el que exhibe el mayor Producto Interno Bruto (PIB) per cápita y también su crecimiento económico supera el promedio nacional.
Los problemas de Berlín
El “niño problema” de Alemania, en cambio, es Berlín. El PIB por habitante de la capital se sitúa entretanto por debajo del de cualquiera de los estados occidentales del país. Y eso es especialmente significativo ya que, según hacen notar los expertos, las grandes ciudades tienen por lo general ventajas en la materia.
“Berlín sigue perdiendo cada vez más terreno independientemente del parámetro que se elija”, comentaron los autores del estudio, acotando que otros estados germano orientales se han desarrollado en forma más positiva.
El “niño modelo”
Más logros ha cosechado en cambio el pequeño estado del Sarre, antaño motivo de preocupación. “En todos los aspectos considerados en el estudio está dentro de márgenes aceptables”, indican los expertos de la Fundación Bertelsmann. “Pese a un pesado lastre de deudas, el otrora ‘niño problema’ demuestra cómo, mediante una hábil política de innovación y gracias los vientos favorables de la coyuntura económica mundial, se puede emprender una reforma estructural exitosa”, señala uno de los miembros del directorio de la fundación.
Entre los hechos que así lo corroboran figura un dato elocuente: el Sarre registró el crecimiento económico más vigoroso del país entre los años 2004 y 2006. Claro está que no hay parámetro que valga ante la percepción subjetiva de cada uno, a la hora de decir dónde se vive mejor. Sobre gustos, como decíamos, no hay nada escrito.