Prohibido fumar: Alemania inicia su campaña antitabaco

En Alemania, las leyes no se aprueban así como así. Pese a que el intento de borrar todo espacio abierto a la duda plantee en muchos casos nuevos interrogantes, el legislador germano precia la meticulosidad, gusta de enumerar todas las posibilidades posibles, no obvia reglamentación que se preste ni olvida cerciorarse de que su interminable texto deje muy claro, aunque no se entienda, lo que la ley espera del ciudadano.

Y es que el legislador germano sabe para qué pueblo legisla. La improvisación es para el alemán un estadio previo al desastre, y la inminencia del desastre lo que desata el pánico.

Desde hace meses tratan los dueños de restaurantes, bares y discotecas de acomodar sus locales para que todo esté listo el día de la entrada en vigor, y si puede ser un poco antes, de la nueva ley antitabaco que prohibirá fumar en sus instalaciones.

Tres Estados federados han tomado la delantera en la campaña contra el humo y lo que en ellos reina es, según los afectados, la inseguridad.

Preguntas en los tres adelantados

“Si un no fumador tiene que ir al baño, ¿se le puede obligar a atravesar una zona reservada a fumadores?”. En Baja Sajonia, el ministerio Social ha habilitado una línea telefónica para responder a este tipo de preguntas, que llegan por cientos y mantienen a los funcionarios pegados al auricular. “¿Está permitido que la comida a servir salga de la cocina y llegue a la mesa del cliente pasando por una habitación en la que se permite fumar?”.

Baja Sajonia es uno de los Länder que ha decidido no esperar hasta enero de 2008 para implantar la legislación antitabaco que acordó junto con los restantes 13 Estados alemanes. Los otros dos adelantados son Baden-Wurtemberg y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, aunque éste último introduce la prohibición de fumar primero en edificios oficiales, hospitales y escuelas, y reserva a los controvertidos bares, restaurantes y discotecas para el año próximo.

También el Estado de Sajonia ha anunciado estar casi listo para iniciar su guerra contra el tabaco. Los demás Länder trabajan intensamente en pulir excepciones y casos especiales que añadir a la aplicación de la ley, y solventar así la indignación de quienes temen que, si con el vino no se permite el cigarrillo, el vino se beba mejor en casa.

Contra el tabaco, por la sociabilidad

Entre cinco y mil euros varía la multa por fumar donde no está permitido. Sin embargo, sólo el infractor puede ser sancionado y para que exista infracción, y sanción, alguien tiene que pillar in fraganti al fumador. Pero, ¿quién? “No vamos a mandar a Sheriffs antihumo a vigilar”, dicen en la ciudad de Tubinga. Con lo que todo queda en manos del buen sentir ciudadano del alemán y de su respeto por las leyes, cosa que podría incluso funcionar.

En Baja Sajonia y Baden-Wurtemberg, los bares y restaurantes tienen tiempo hasta noviembre para adaptarse a la nueva situación, pero muchos han decidido reestructurar sus locales desde ya. Hacer desaparecer los ceniceros o reservar una habitación, que no puede ser un cuarto de paso, ni contener la barra principal del local, ni superar en metros cuadrados al espacio libre de humos, para los que quieran fumar. Esas son las opciones.

Algunos fumadores aprovecharán las dificultades que les pone la nueva ley para dar el paso y dejar de fumar. Los que decidan seguir fieles al cigarrillo tendrán que acostumbrarse a usar la calle: entradas de edificios que albergan a grupos de fumadores son imágenes que en Alemania se conocen de otros países europeos en los que hace tiempo que existen leyes semejantes. Una buena oportunidad para hacer amigos, dicen los experimentados. ¿Servirá le ley antitabaco para aumentar la sociabilidad?