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Öner: “El 'sí' de Rigondeaux y Lara lo teníamos desde 2004”

Luna Bolívar Manaut27 de julio de 2007

Las constantes fugas de boxeadores indignan en Cuba. Fidel Castro habla de una mafia organizada desde Alemania, cuyo jefe, Ahmet Öner, se dedica a “robarle” talentos a la isla. DW-WORLD habló con Öner.

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Guillermo Rigondeaux: un talento cubano que boxeará en Alemania.Imagen: AP

Le ha costado años, pero ya tiene lo que quería: Guillermo Rigondeaux, dos veces campeón olímpico en peso gallo, y Erislandy Lara, campeón del mundo en peso welter, han firmado un contrato de cinco años con Arena-Box, la promotora de Ahmet Öner. No son los primeros en abandonar la patria, en "desertar". Odlanier Solís, Yuriokis Gamboa y Yan Barthelemy ya lo hicieron antes que ellos.

Ahmet Öner, Box-Promoter
Ahmet Öner, propietario de Arena Box-Promotion: cosas que suceden.Imagen: picture alliance / dpa

En los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, Rigondeaux y Lara desaparecieron. En cuanto sus permisos de residencia y trabajo en Alemania estén listos, los dos talentos del boxeo cubano serán presentados en Hamburgo como nuevos deportistas de Arena-Box. Para la ocasión, Öner planea un gran evento.

DW-WORLD: La noticia de que dos nuevos cubanos vayan a boxear en sus filas ha ocasionado un gran revuelo. “Deserción” y “robo” son los términos que se escuchan desde Cuba, y Fidel Castro le considera el jefe de una organización mafiosa. ¿Qué contesta usted?

Ahmet Öner: Rigondeaux y Lara quieren boxear fuera de Cuba, quieren ganar más dinero y no tener que aceptar las casas que les da el Gobierno sino poder compararse las casas que se puedan comprar. Igual que a usted le gusta tener la libertad de poder trabajar en otros sitios, ellos también quieren hacerlo. Es algo completamente normal.

DW-WORLD: Otros tres boxeadores cubanos han firmado ya contratos con Arena-Box. Cierto es que las promesas cubanas boxean para usted y no para Cuba. ¿Entiende la indignación de los cubanos?

A. O.: Sí, la entiendo. Pero siempre hay que contar con que estas cosas suceden. No se puede encerrar a la gente y tratar de retenerla. Yo estoy contento de tenerlos conmigo y los tres que ya boxean en Alemania están aquí muy a gusto.

DW-WORLD: Usted ha reconocido que llevaba tiempo observando a los dos boxeadores y planificando su fuga. ¿Cómo se desarrolla algo así?

A. O.: Hay muchos torneos internacionales y muchos manager que se dedican a observar a los boxeadores. Rigondeaux llevaba tiempo siendo observado por muchos. Pero yo he sido más meticuloso, planeé una forma de sacarlo de Cuba y lo conseguí finalmente en Brasil, porque hubo otras competiciones en las que no participó.

DW-WORLD: ¿Fueron ellos quienes le dijeron que estaban interesados en boxear para usted o fue al contrario?

A. O.: No. Existen grupos de personas que buscan el contacto con [los boxeadores] rusos, cubanos… y les preguntan si quieren hacerse profesionales. Hay que ser muy discreto, porque suelen estar constantemente vigilados. Y a Rigondeaux lo controlaban especialmente. Hablan con ellos, y si uno dice 'sí, quiero ser profesional. Quiero esto y aquello. Tanto dinero, tantas peleas…', entonces se ve si es demasiado caro o no. Y si no lo es, pues se hace.

DW-WORLD: Todo en absoluto secreto…

A. O.: Sí. Es como en una película de espías.

DW-WORLD: ¿Y una vez han dicho que sí?

A. O.: Entonces hay que ver si mantienen su palabra. Porque pueden pasar años hasta tener la oportunidad de sacarlos. El 'sí' de Rigondeaux y Lara lo teníamos desde 2004. No siempre se puede sacarlos así como así. Hay que pensar que ellos también tienen familia, un círculo social. Algunos dicen que sí y quieren salir enseguida, como Gamboa, y otros no. La cosa no es tan sencilla.

DW-WORLD: ¿Y la huida es una huida con todos sus elementos?

A. O.: Sí. He escuchado que la policía federal brasileña trabaja con la cubana para evitar las fugas, y esta vez Fidel Castro se ha enfadado de verdad… ahora los dos boxeadores están escondidos hasta que tengamos los permisos de residencia y de trabajo.

DW-WORLD: Están escondidos en un lugar que la prensa hamburguesa supone que es Turquía… ¿Cómo se encuentran de ánimos?

A. O.: Están muy bien: tienen una casa con piscina.

DW-WORLD: Realmente suena a película de ficción… ¿Son necesarias tantas complicaciones? ¿No hay en Alemania o en Europa talentos que estén a la misma altura de un Rigondeaux o de un Lara?

A. O.: No, no los hay.

DW-WORLD: ¿Por qué?

A. O.: Porque la formación cubana es especial. Dios ha creado a un pueblo para boxear, y ese pueblo es el cubano. Los otros grandes boxeadores son los rusos.

DW-WORLD: ¿Tiene eso algo que ver con el apoyo que el Gobierno cubano da al deporte?

A. O.: Bueno… los países comunistas siempre potencian el deporte. Pasaba en la República Democrática Alemana, en Rusia, pasa en China y en Cuba. Los estadounidenses son buenos en boxeo porque tienen mucha gente. Pero entre los amateurs, los cubanos han destacado siempre.

DW-WORLD: Usted le ha ofrecido a Fidel Castro organizar una pelea en La Habana, ¿participarían en ella sus cubanos?

A. O.: Si no, no tendría sentido.