¿Colombianos o españoles?
25 de junio de 2007
El ministerio de Defensa de España dio a conocer en una nota de prensa que tres de los soldados fallecidos este domingo en Líbano como consecuencia de un ataque con explosivos son de nacionalidad colombiana: Jefferson Vargas Mora, de 21 años; Jeyson Alejandro Castaño Abadía, de 20; y Yhon Edisson Posada Valencia, también de 20.
Junto con ellos murieron Juan Carlos Villora Díaz, Johnattan Galea García, Manuel David Portas Ruiz, de nacionalidad española. Todos formaban parte del contingente español de 1.100 efectivos en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL).
La participación en FINUL de efectivos provenientes de España fue aprobada por el Consejo de Ministros, el 8 de septiembre de 2006.
¿Soldados colombianos o españoles?
¿Cómo es que tres soldados colombianos llegaron a formar parte de la misión española de la ONU en Líbano? La Ley 32/2002, que data del 5 de julio de ese año, permitió por primera vez el acceso de extranjeros a la condición de militar profesional de tropa y marinería; es decir, a las fuerzas armadas de España.
En la Exposición de Motivos, el decreto reconoce que "sus aspectos social, económico, jurídico y político, convierten a nuestro país en objetivo atrayente para numerosos extranjeros que desean, por diversas razones, trasladarse a vivir entre nosotros y ejercer una actividad de carácter profesional."
Este fenómeno de la inmigración, prosigue, "no sólo necesita una disposición solidaria de la sociedad española, sino que además impone un esfuerzo común de todos los poderes e instituciones públicos. A este esfuerzo no han de quedar ajenas las Fuerzas Armadas."
Así, ello requirió la adopción de medidas "a fin de levantar la prohibición de que nacionales de otros países puedan formar parte de nuestras Fuerzas Armadas."
La Ley, firmada por el Rey Juan Carlos de Borbón y el entonces presidente del gobierno español, José María Aznar, pretendía favorecer a países "que mantienen con España especiales y tradicionales vínculos históricos, culturales y lingüísticos".
Recompensa monumental
Como requisito, se estableció que los solicitantes poseyeran permiso de residencia temporal o permanente en España. Hasta la fecha, se pide ser mayores de edad y menores de 27 años, medir más de 1,55 metros y menos de 2,03 metros de altura, y presentar una serie de documentos.
Los aspirantes hacen una cita previa, y presentan pruebas físicas: por ejemplo, los hombres deben realizar un salto de longitud de 1,45 metros, 15 abdominales, cuatro flexotensiones de brazos, y cinco carreras progresivas de 20 metros, ida y vuelta. Todo esto, para las plazas tipo A. A ello se agregan un reconocimiento médico, pruebas de aptitud y una entrevista personal.
Para los estándares latinoamericanos, la recompensa es monumental: un sueldo anual bruto de 13.372 euros con incremento garantizado, más alojamiento y vestuario gratuito, seguridad social, seguro de vida y accidentes, seguro médico, y otras ventajas sociales.
La oferta no se acaba allí. El ministerio de Defensa dice: "incluso pagamos los desplazamientos desde la Delegación de la Defensa donde te hayas alistado hasta el Centro de Selección, donde realizarás las pruebas."
Luego de una formación inicial de dos meses, el primer compromiso es por tres años. Al momento de escribir esta nota había 3.369 plazas disponibles en las Fuerzas Armadas de España.
Se estableció una cuota máxima de entre siete y nueve por ciento de extranjeros en el ejército español. Según el diario El País, tal proporción es mucho mayor cuando se trata de "despliegues en el exterior": alcanza hasta el 30 por ciento.
Como quiera que sea, seis seres humanos han muerto, víctimas de una violencia terrorista, la cual, como quedó constatado una vez más, no hace distingo de nacionalidad ni bandera alguna.