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Policía pone candado a manifestaciones contra Cumbre del G-8

Nick Amies enviado especial a Rostock6 de junio de 2007

Operación bien coordinada de las fuerzas policiales alemanas reduce a una patética broma el movimiento de manifestaciones anti cumbre. Una victoria de la policía y una derrota para la libertad de expresión.

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Efectivos se imponen.Imagen: DW

Los líderes del G-8 llegaron a Alemania para efectuar su cumbre anual. La policía germana intenta hacer valer los límites estrictos dictados a los manifestantes.

Con la llegada de los líderes y delegaciones de las naciones del G-8 así como de los cinco países invitados como observadores a la base militar de Laage en Rostock, ha comenzado propiamente la cumbre.

Deutschland G8 Rostock Demonstration Fotoreportage von Nick
Imagen: DW

Desde un principio el día de llegada de los líderes del G-8 estaba marcado con rojo en las agendas de los manifestantes. Aún cuando su principal blanco, el presidente estadounidense, George W. Bush, esquivó su ira adelantado su llegada a la base de Laage un día, quedaban otros siete líderes contra quienes descargar el enojo acumulado.

Durante las últimas jornadas el motivo de protesta se había centrado en los temas de la agenda del G-8, pero por qué canalizar la ira contra los temas si llegaban los responsables de los temas. Entre 8.000 y 10.000 manifestantes planeaban darles una bienvenida inolvidable.

Más policías que manifestantes

Deutschland G8 Rostock Demonstration Fotoreportage von Nick
Imagen: DW

La policía tenía otros planes. Desde primera hora de la mañana quedó claro que el rumor que había de "dos policías por cada manifestante" era realidad. La presencia masiva de policías armados hasta los dientes y apostados en puentes, carreteras, y pases de tren transmitían un claro mensaje: no pasarán. Los 16.000 policías regulares y 2.000 oficiales especiales enviados a la cumbre fueron apostados hasta el último hombre.

La primera llegada a la base de Laage estaba programada para las 10 de la mañana. Centenares de manifestantes reunidos en el campamento de Fischereihafen en Rostock salieron muy temprano por la mañana en sus vehículos privados o en autobuses que los acercarían al aeropuerto. Pero mucho de ellos ni siquiera lograron abandonar el estacionamiento.

Más vale prevenir

El primer autobús estaba listo para salir cuando fue cercado por furgones blindados de policía. Los policías ordenaron a los pasajeros salir del autobús. Así, un autobús tras otro fue interceptado, algunos de ellos confiscados mientras que se pedía a sus ocupantes tomar lugar en el verde pasto. Muchos manifestantes nunca lograron salir de Rostock.

Deutschland G8 Rostock Demonstration Fotoreportage von Nick
Imagen: DW

Sin embargo hubo rutas alternativas. El aspecto de la seguridad no fue la única razón por la que Laage fue elegida como punto de arribo de los líderes mundiales. Es muy difícil acceder a esta base con el transporte público y mucho más cuando las calles de acceso están cerradas. Los autobuses que transportaban a los manifestantes fueron parados kilómetros antes de llegar cerca del aeropuerto. Se desalojó a los pasajeros y se les envió a puntos de encuentro alejados de Laage. Y se puede decir que estos corrieron con suerte.

Misteriosas coincidencias hicieron que los trenes tuvieran averías paralizando el sistema ferroviario justo después de la hora de transporte punta, dejando a muchos manifestantes atrapados durante horas en los tranvías. Esto contribuyó a incrementar la frustración y la violencia posterior.

Pocos logran llegar

Aquellos que salieron a tiempo para evitar el colapso del sistema de transporte público rumbo a Laage fueron recibidos en los puntos de desembarque por hordas de policías. Los pocos cientos de manifestantes que lograron llegar a las cercanías del aeropuerto de Laage estaban extremamente nerviosos ante la presencia de la Unidad 23, una división elite famosa por aplicar la ley con todo lujo de violencia y sin miramientos.

Varios intentos por empezar con la manifestación fueron interrumpidos por la policía. No la prohibieron pero permitían su avance sólo en grupos de 50 personas.

De una manifestación programada de por lo menos 2.000 personas alcanzaron las puertas del aeropuerto sólo unas 37. Una vez frente a ellas un grupo de cerca de 70 policías los mantuvo cautivos por más de una hora.

Manifestantes derrotados

Wasserwerfer Einsatz am G8 Sicherheitszaun 06.06.2007
Imagen: picture-alliance/ dpa

Mientras tanto, llegaban vía teléfono inalámbrico informes de otros grupos de manifestantes de Bad Doberan sobre incidentes mayores, en los que estaban involucrados cerca de mil manifestantes a los que se les había denegado el acceso a Laage por parte de un fuerte contingente de policías. De acuerdo a las fuentes de Bad Doberan, los enfrentamientos habían escalado rápidamente. La policía hizo uso de gases lacrimógenos y de mangueras de agua para aplacar a los manifestantes. Incluso hubo un reporte que no pudo ser confirmado de un individuo gravemente herido al cual la policía denegó asistencia médica.

El ánimo de los manifestantes cercanos al aeropuerto de Laage empeoró después de recibir estas noticias. El bloqueo planeado y su demostración de fuerza fue reducido a un a broma patética por la operación policial bien coordinada. Al denegar el acceso a miles de personas y al controlar cada paso de los que sí lograron acercarse a las inmediaciones del aeropuerto, la policía efectivamente acabó con todo muestra de oposición en el punto de entrada de los líderes del G-8.

Demonstranten sehen wie Gäste des G8 per Hubschraubern eingeflogen werden
Imagen: picture alliance / dpa

En Bad Doberan la policía demostró que aprendió de los errores cometidos la semana pasada en donde un gran número de efectivos no logró controlar a los manifestantes por falta de coordinación y preparativos. Este miércoles la policía atacó con dureza y rapidez. Este miércoles clamaron victoria y sólo el futuro dirá a qué costo.