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Alemania, país de plantas energéticas contaminantes

Enrique López Magallón10 de mayo de 2007

De las diez plantas energéticas más contaminantes de Europa, seis se localizan en Alemania y una en España. Otras más, ubicadas en Inglaterra, son controladas por consorcios germanos como E.ON.

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Planta energética de lignito, en Frimmersdorf.Imagen: dpa

La lista lleva en inglés el nombre The Dirty Thirty, o sea, Las 30 Mugrosas, y se basa en el Registro Europeo de Emisiones Contaminantes y otras fuentes oficiales del bloque comunitario. De acuerdo con la clasificación dada a conocer por la organización World Wild Life Fund for Nature (WWF), seis de las diez plantas de energía que más contaminan el medio ambiente en Europa se ubican en Alemania.

La lista comienza con dos plantas griegas: Agios Dimitrios y Kradia, dedicadas a la explotación energética del carbón fósil, o lignito. Éste, que según la Real Academia de la Lengua es "un combustible de mediana calidad, de color negro o pardo", y que "tiene con frecuencia textura semejante a la madera de que procede", también es explotado en las plantas alemanas de Niederaußem, Jänschwalde, Frimmersdorf, Weisweiler, Neurath y Boxberg.

Braunkohle-Tagebau
Vista de la planta de Jänschwalde, en el sur de Brandemburgo.Imagen: dpa

Ademas, se utiliza en las instalaciones similares de Turow, en Polonia, y de As Pontes, en España. Este último está a cargo del consorcio -ahora multinacional- Endesa.

El común denominador de las plantas alemanas contaminantes parece ser, además de la materia en cuestión, la antigüedad. La planta de Niederaußem, por ejemplo, comenzó a operar en 1963, mientras que la de Frimmensdorf hizo su aparición en 1957. La más antigüa, sin embargo, es la de Weisweiler, que fue inaugurada en 1955.

Rauchende Schlote
La planta de Neurath, otra de las "30 mugrosas"Imagen: picture-alliance/dpa

También en Inglaterra

Pero la participación alemana en la explotación energética y poco pulcra desde el punto de vista ecológico no termina allí. De las plantas restantes señaladas en el informe, otras diez se ubican en la Gran Bretaña. De éstas, dos son controladas en territorio británico por el consorcio alemán E.ON: las de Ratcliffe y Kingsnorth. Otra más en Scholven, Alemania, es controlada por la misma empresa y se ubica en el sitio 20.

Además del señalamiento que implica, la clasificación es seguida por una grave advertencia: "Si estas plantas son reemplazadas por otras que sea alimentadas por el mismo tipo de combustibles, el continente quedará estancado por décadas en altos niveles de polución por dióxido de carbono".

Klima Klimawandel Braunkohlekraftwerk Jänschwalde in Südbrandenburg
Medidor de emisiones contaminantes en Jänschwalde.Imagen: AP

Sin embargo, hay alternativas que pueden ser implementadas de manera oportuna: "si las plantas alimentadas con carbón son sustituidas por opciones más limpias como el gas natural -menos intenso en sus emisiones de dióxido de carbono- Europa se convertirá en líder mundial en cuanto al establecimiento de una economía baja en el uso de carbón. Con ello se podrán impedir el peligroso impacto de un cambio climático abrupto."

A todo ello, según la organización, deberían agregarse otros elementos como la importación de energía solar proveniente del sur de Europa y el norte de África. Una mezcla de varias tecnologías puede contribuir a la reducción de emisiones en cerca de 80 por ciento, dice el WWF. "La sustitución de plantas de carbón por otras iguales es inadecuada, la sustitución por gas natural es insuficiente, y la renovación o el reemplazo total es probablemente poco realista."

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Las emisiones deben reducirse en un 80 por ciento.Imagen: AP

Una cosa es cierta: si se quiere mitigar el calentamiento global en menos de dos grados centígrados, Las 30 Mugrosas deberán reducir en 80 por ciento sus emisiones, y mantenerse en ese nivel. Por mucho tiempo.