Sobre ganar y perder en torno a Endesa

Ya no se habla de derrota, sino de una "solución alternativa" tomada por sorpresa. Ni siquiera Wulf Bernotat, el jefe ejecutivo de E.On que se había tomado la lucha por Endesa casi como una cruzada personal, aparecía cabizbajo en la rueda de prensa en Madrid, desde la que confirmaba que su consorcio depone las armas. "Hemos alcanzado nuestro objetivo estratégico", decía el directivo en contraposición al "el objetivo ya no era alcanzable" de ayer.

Al fin y al cabo, E.On aumenta su presencia en el sur de Europa, que era lo que la empresa quería. Y el Gobierno español, cuyo único fin parecía ser evitar el dominio extranjero sobre Endesa, no tiene motivos para sentirse satisfecho, opina Spiegel: el desenlace del conflicto significa el desmantelamiento de la compañía española, escribe la revista alemana.

En la bolsa, las acciones de E.On se venden como si el consorcio acabara de firmar la adquisición de Endesa, Acciona y Enel juntos.

De lo malo, lo mejor

El acuerdo al que llegaron E.On, Acciona y Enel, le supone a la empresa alemana un aumento de la participación en los mercados energéticos de España, Francia, Italia, Polonia y Turquía por valor de 10.000 millones de euros. Puesto que E.On hubiera tenido que pagar por Endesa más de 40.000 millones de euros, los analistas concluyen que los germanos pueden estar contentos: se han ahorrado 30.000 millones de euros que ahora pueden ser invertidos en otras adquisiciones, por ejemplo, en Rusia y Europa del este.

La mayoría de los expertos en la bolsa alemana coincide en que la cuenta arroja un resultado positivo a favor de E.On, con lo cual, liberadas de la inseguridad causada por esta lucha hasta la muerte que se ha alargado más de un año, las acciones de la compañía han podido vivir hoy una jornada de grandes ventas. El curso de las acciones de E.On ha subido más del 7%.

"El Gobierno alemán espera que el acuerdo entre en vigor lo antes posible", dijo el viceportavoz Thomas Steg. Así, satisfacción también del lado gubernamental, que asegura que "estas participaciones [las que adquiere E.On en función del acuerdo con Acciona y Enel], son parte de la estrategia de la compañía para aumentar su presencia en el mercado".

¿Ganaron los ganadores?

No hay que engañarse, E.On quería convertirse en el mayor consorcio energético del mundo y todo lo que ha logrado es posicionarse en cuarto lugar en el mercado energético español e italiano, y en tercer puesto en el francés. Y eso es para los alemanes una decepción, como reconocía el mismo Bernotat. "Pero teniendo en cuenta la situación, era lo máximo que podíamos alcanzar", dijo.

"Enel gana en España", titula el diario italiano La Repubblica, y Romano Prodi se congratula del éxito nacional. Por su parte, Acciona quiere tener lista su oferta por Endesa. Éstos son, sin lugar a dudas, los dos indiscutibles ganadores, que se entrometieron hasta arruinarle la jugada a E.On y que comenzaron a saborear la victoria cuando ayer anunció su dimisión el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, uno de los grandes defensores de que el proceso circulase por la vía legar y no sobre los márgenes de ésta, y que había impuesto a italianos y españoles un plazo de seis meses para poder lanzar su opa sobre Endesa.

Si igualmente el Gobierno español, tan implicado en este asunto, puede contarse entre los victoriosos es más que dudable. La Comisión Europea ha anunciado que el acuerdo no exime al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de responder por sus intromisiones en el "caso Endesa", y no todos opinan que espantar a E.On haya sido para la compañía española, de la que de cualquier modo el consorcio alemán controlará casi el 30%, la mejor de las soluciones.

Y en general, la prensa española se ceba con Zapatero."España es el gran perdedor", escribe La Gaceta de los Negocios. "La imagen de España se ha visto enormemente dañada", se lee en el diario Expansión. "Dos pájaros de un tiro", apunta El Mundo, "el Gobierno español acaba con la opa sobre E.On y al mismo tiempo con el jefe de la Comisión de Valores". Aunque también hay voces más moderadas: "el acuerdo entre E.On, Enel y Acciona parece razonable. Endesa no aparece descuartizada, pero tampoco sigue siendo lo que era", opina El Periódico.