Pensiones

Los precios oscilan entre 25 y 35 euros por una habitación individual y entre 35 y 45 euros por una doble. Están amuebladas de forma más sencilla que los hoteles y sus servicios se reducen a la limpieza de habitaciones. La mayoría no ofrecen comidas, desayunos sí. Pero esto no es mayor problema ya que no le resultará difícil encontrar, en las cercanías, algún mesón con comida típica y a buen precio.

Casas particulares

Otra opción más barata son las casas particulares, sobre todo en pequeños poblados, donde es habitual encontrar letreros que anuncian Zimmer frei (habitaciones libres) o Fremdenzimmer (habitaciones para huéspedes) colocados en las ventanas de las casas o en los escaparates de los comercios. Es muy común encontrarse con estos carteles en los pueblos ubicados a lo largo de las diferentes rutas turísticas alemanas, como la Ruta del Vino o la Ruta de los Cuentos de Hadas, así como en los recorridos donde se practica el senderismo o el ciclismo.

Sin duda una alternativa interesante que, además, le permitirá conocer de cerca a los alemanes y a sus costumbres. A veces se ofrece un paquete llamado Bett und Frühstuck (cama y desayuno). Le recomendamos esta opción, con la que disfrutará de un sabroso y tradicional desayuno alemán que incluye panecillos con mantequilla y variadas mermeladas, acompañado de una tabla de quesos y embutidos, un huevo cocido, yogurt, cereales, requesón (Quark), fruta y café o té. Muchos hoteles y albergues ofrecen también un bufé libre para el desayuno, a veces incluido en el precio y otras veces no. Ideal para comenzar el día con energía.

Alojamientos rurales

El turismo rural esta otra interesante y económica opción que cada vez se está poniendo más de moda. Pasar las vacaciones en una granja o casa rural es una alternativa muy apetecible sobre todo para las familias. Será la delicia de los niños que tendrán la oportunidad de acariciar y jugar con los animales.

Normalmente estos lugares ofrecen programas de vacaciones especiales para los más pequeños. Actividades como cuidar y alimentar a los animales, cabalgar, pescar, ayudar en las tareas de la cosecha, etc. Los padres podrán disfrutar con sus hijos y de los productos gastronómicos más típicos y caseros. En las regiones vitivinícolas de Alemania, por ejemplo, es posible pasar las vacaciones en casa de un viñador y descubrir de cerca el proceso de elaboración del vino alemán. Unas vacaciones para disfrutar de la tranquilidad que ofrece la vida del campo.