Albergues

Fue un alemán, Richard Schirrmann, quien, en 1909, fundó el primer albergue para jóvenes de todo el mundo. Éste se instaló en el interior del castillo de Altena, en Renania del Norte Westfalia. Schirrmann fue profesor de primaria y solía organizar excursiones de senderismo con sus alumnos. La idea se le ocurrió con el fin de crear centros donde los jóvenes alemanes aficionados a esta actividad pudieran pernoctar en el transcurso de sus recorridos.

Albergues juveniles

Los albergues juveniles son una opción económica y muy buena. En toda Alemania hay más de 600 establecimientos y, a pesar de su nombre, la mayoría tienen las puertas abiertas a todo el mundo, tanto jóvenes como mayores son bienvenidos.

La Asociación Alemana de Albergues Juveniles (Deutscher Jugendherbergswerk, DJH) coordina todos los albergues de Alemania afiliados a HI (Hostelling International). Las reservas no están centralizadas sino que deben hacerse directamente con el establecimiento deseado. En muchos casos, es posible realizar este trámite por Internet. El único problema de estos sitios es que en algunos de ellos se exige el carné de alberguista (para ello es suficiente con pertenecer a la asociación de alberques juveniles de su país) o ser menor de 26 años.

En la mayoría, las reglas no son tan estrictas y si no posee un carné de socio internacional, pagando un pequeño suplemento de tres o cuatro euros podrá pasar aquí la noche. Además, por cada noche que pase recibirá un Welcome-Stamps (sello de bienvenida) y cuando tenga seis de ellos, recibirá el carné de socio internacional. Los precios de una noche en un albergue oscilan entre 15 y 20 euros con desayuno y ropa de cama incluidos.

Albergues independientes

Ésta es otra posibilidad de alojamiento asequible. En este caso no es necesario estar afiliado al HI. En las ciudades grandes hay una oferta muy amplia y variada de ellos. Son generalmente un poco más caros que los DJH pero suelen estar dirigidos por gente joven, divertida y que conoce su ciudad. Esto los hace muy atractivos para jóvenes que buscan sobre todo información y consejos prácticos sobre cosas que ver y hacer o zonas por las que poder salir de noche.

Existe, entre ellos, otra versión conocida como Backpacker Hostels (albergues para mochileros). En ambos, se ofrecen habitaciones individuales, dobles o compartidas (con varias camas). A mayor número de camas el coste es menor. La oferta de servicios incluye, entre otras cosas, cocinas comunitarias, lavadoras a veces y conexión a Internet. En algunos hay que pagar aparte el servicio de sábanas y mantas (entre 2,5 y 4 euros), así como el desayuno.

Lo más interesante de estos lugares es conocer a otros viajeros, de los que también podrá obtener información para explorar la ciudad.