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Investigando contra el cambio climático

Luna Bolívar Manaut28 de febrero de 2007

Frenar el cambio climático. Estar preparados para sus consecuencias. La ofensiva ecológica alemana lucha en varios frentes y uno de ellos es la investigación y la innovación: 42 nuevos proyectos recibirán ayuda estatal.

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CO2: el principal enemigo.Imagen: AP

La política se esfuerza por demostrar que ha comprendido el mensaje: el cambio climático es una realidad. Hay que actuar, y hay que actuar ya, se escucha decir en los despachos. A la carrera de la acción se ha lanzado Alemania con especial ímpetu. El país ostenta uno de los puestos punteros en tecnología medioambiental y no quiere perder la posición. Se espera salvar el futuro del planeta y contribuir al bienestar de la humanidad, y además aprovechar de un mercado al alza y, quizás en no más de una década, un mercado imprescindible para todos.

Pero para cosechar hay que sembrar primero. El Ministerio de Educación e Investigación alemán ha dado hoy luz verde a 42 proyectos de investigación destinados, por un lado, a buscar la manera de evitar la catástrofe ecológica que parece cernirse sobre nuestro mundo conocido y, por el otro, a asegurar que estemos preparados por si las medidas de protección del medio ambiente llegaran demasiado tarde.

Reducir las emisiones

La contaminación que vertimos a la atmósfera es una de las principales aceleradoras del cambio climático. Ergo, tenemos que reducir la contaminación que emitimos a la atmósfera si queremos frenar el cambio climático. De la noche a la mañana, Europa ha amanecido movilizada para conseguir este objetivo y muchos de los proyectos puestos en marcha por el Ministerio alemán tienen que ver con esta cuestión.

Klimaschutz: Deutsche Autos
El transporte debe hacerse más limpio.Imagen: AP

La idea pasa por apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías, principalmente en los campos del transporte, la industria y los hogares, que ahorren energía y emitan menos gases nocivos. Por ejemplo, uno de los grupos de investigación que ha obtenido financiación en Berlín trabaja en el modo de aprovechar la energía eólica en el transporte marítimo. Otro está investigando el llamado "Docking Prinzip", un método de propulsión eléctrico, completamente libre de emisiones contaminantes además de económicamente rentable, que podría ser aplicado al transporte de pasajeros. Un tercer proyecto se encarga del modo de reducir la contaminación generada por los aviones.

En el 2020, el conjunto de los países de la Unión Europea deberá emitir un 20% menos del CO2 que expulsaba a la atmósfera en 1990: el compromiso aún no ha sido ratificado oficialmente, pero la campaña a su favor está siendo intensa y todo apunta a que los países miembros acabarán llegando a un acuerdo y a que el acuerdo se plasmará en estos términos. Si es así, la industria del transporte tendrá que empezar a plantearse en serio su relación con el medio ambiente.

Estar preparados

Tratar de evitar es importante. Estar preparados por si el plan fracasa, también. Por eso los proyectos subvencionados no solamente se centran en las medidas preventivas, sino que entre ellos se incluyen también grupos de investigación que tratan de idear soluciones para el momento en que pudieran aparecer los problemas.

Klimawandel, Scholle schmilzt der Robbe unterm Hintern weg
Si se derriten los polos, suben las aguas en todo el planeta.Imagen: picture-alliance/dpa

En este sentido, los campos privilegiados por los fondos estatales germanos son la agricultura, los sistemas para asegurar el abastecimiento de agua potable y la protección ante posibles subidas del nivel de las aguas. SAFE, por ejemplo, se llama un nuevo sistema de protección ante los peligros que podrían desatar futuras catástrofes naturales.

Si la temperatura del planeta aumenta y el clima cambia, la vegetación tendrá que adaptarse rápidamente a la nueva situación: para facilitar este proceso de aclimatación, y evitar así un desequilibrio que para los humanos resultaría nefasto, un grupo de científicos, que se encuentra entre los beneficiados del programa, intenta averiguar el modo de hacer uso del potencial genético de las plantas para mejorar su adaptación a temperaturas más altas.

Con 35 millones de euros cuenta el Ministerio de Educación e Investigación para los 42 proyectos. En los próximos tres años, este Ministerio gastará 225 millones en la investigación relacionada con el medio ambiente.