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Daimler/Chrysler: ¿Divorcio programado?

Claudia Herrera Pahl14 de febrero de 2007

El consorcio automotriz DaimlerChrysler intenta sacar a su filial estadounidense Chrysler Group de los números rojos y anuncia un programa de saneamiento drástico.

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Recortarán 13.000 empleos más en EE. UU.Imagen: PA/dpa

Tiempos casi olvidados cuando en 1998 la euforia de la fusión entre la alemana Daimler-Benz y la estadounidense Chrysler hicieron soñar con el nacimiento de un gigante trasatlántico. Han pasado casi diez años y la cooperación no ha logrado convertirse en la unidad automotriz mundial esperada. Los resultado distan mucho de lo una vez soñado, tanto que incluso se habla de separarse nuevamente.

Por tercera vez desde la fusión en 1998, Chrysler Group registra pérdidas millonarias. En el 2006 superaron los 1.000 millones de euros. El presidente de DaimlerChrysler, Dieter Zetsche, anunció un recorte masivo de 13.000 empleos, así como el cierre de una fábrica en Newark, con el objetivo de que la filial estadounidense logre volver a la zona de ganancias para el 2008.

Se especula sobre una división

La alemana Daimler-Benz, por el contrario, registra ganancias récord. El resultado operativo del consorcio en su totalidad creció en el 2006 a 5.500 millones de euros. Inicialmente se partía de 6.000 millones, los cuales quedan en simple previsión por las pérdidas estadounidenses.

Zetsche schafft die Wende nicht
Dieter Zetsche, parece preguntarse ¿Y ahora qué?Imagen: AP

En la central germana se quiere evitar a toda costa que la estrella de Daimler-Benz deje de brillar empañada por las turbulencias del socio americano. Por lo visto, los potenciales de sinergia son mucho más limitados de lo que se soñó hace 9 años cuando se embarcaron en la aventura trasatlántica. Dieter Zetsche indicó que, con el fin de apuntalar y agilizar el programa de saneamiento, se analizan diversas opciones estratégicas y puntualizó que no se descartará ninguna posibilidad en el esfuerzo por encontrar el resultado óptimo para Chrysler Group y DaimlerChrysler.

El primer esfuerzo de saneamiento de Chrysler costó el puesto a 26.000 empleados. Los 13.000 que siguen, más el cierre de una fábrica completa, no son justamente motor de optimismo entre el personal y no generan apoyo a propuestas como la de fabricar un modelo más pequeño conjuntamente con el consorcio automotriz chino Chery o mucho menos a la de desarrollar plataformas conjuntas de producción entre Daimler-Benz y Chrysler.

Desatienden necesidades

Toyota Hybridantrieb
Toyota Prius, corte transversal.Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

La oferta de Chrysler es obsoleta y se caracteriza por sus grandes pickups y todo terrenos con sus tanques de gasolina igual de grandes. Debido al incremento de los precios de combustible son cada vez más los estadounidenses que optan por modelos con un consumo de gasolina menor. El consorcio automotriz reacciona tarde a esta tendencia.

Especialmente marcas como Toyota han sacado provecho de la incipiente conciencia ecológica estadounidense. Con su modelo Prius, Toyota ha logrado verdaderos éxitos de ventas, tantos que ha desplazado a Chrysler del tercer puesto en el mercado estadounidense -después de General Motors y Ford- al cuarto lugar. Y si Daimler-Benz decidiera separarse de su socio estadounidense el ranking caería aún más.